top of page
Buscar

Se me cortó el wifi

  • Foto del escritor: enfocadosadolescen
    enfocadosadolescen
  • 8 sept 2021
  • 3 Min. de lectura

Imaginate que por un día se corten todo tipo de comunicaciones que conocemos comúnmente, y solo puedas comunicarte por señas con los demás pero nadie conoce el lenguaje de señas, podes imaginarte cómo seria, vos queriendo decir una cosa y el otro entendiendo totalmente otra, los nervios, la frustración, el enojo que brotarían, sería un verdadero caos.


Qué importante es la comunicación, cómo nos relacionamos con los demás, que tan dispuestos estamos a prestar atención y tratar de entender el mensaje que se nos está diciendo. En el blog anterior hablamos acerca de los prejuicios, de cómo muchas veces no es lo que parece, simplemente interpretamos algo que vemos pero que en realidad no conocemos.


Jesús esta todo el tiempo interesando en comunicarse con nosotros, pero, como en el ejemplo del inicio a veces hay muchos inconvenientes en nuestra comunicación con él, no prestamos atención, no nos interesa escuchar, etc. Y a veces, nuestras emociones y carácter condicionan mucho la forma en la que nos comunicamos.


Hoy te invito a conocer una historia de un par de hombres que se encontraron con Jesús, estaban tan sumergidos en sus sentimientos de tristeza y enojo que no pudieron ver que esa persona que caminaba con ellos era Jesús.


Buscá la historia en tu Biblia en Lucas 24:13-35.


Qué enseñanzas nos deja:

· En primer lugar, vemos que Jesús es quien toma la iniciativa de acercarse a sus seguidores. Él constantemente está acercándose a nosotros, de muchas maneras, a pesar de que, en nuestro enojo o tristeza, como aquellos discípulos, no lo reconocemos. No importa cuál sea nuestra situación, Jesús siempre toma la iniciativa de acercarse a nosotros.

· En segundo lugar, Jesús nos encuentra en nuestra realidad, cualquiera que sea. El Maestro se acercó a dos personas angustiadas, tristes, perdidas y carentes de esperanza al ver todas sus expectativas frustra­das. Pero así es Jesús, dispuesto a encontrarnos donde estemos y como estemos. Nuestros ojos pueden estar cerrados por muchas razones: el dolor, el miedo, la ansiedad, los problemas, el pecado... todo eso nos puede bloquear e impedir que reconozcamos que Jesús ya ha tomado la iniciativa y se ha puesto a caminar a nuestro lado.

Él nunca prometió evitarnos el dolor, el sufrimiento, quitarnos los problemas o hacernos la vida cómoda y fácil. Pero, sí que prometió estar siempre a nuestro lado y ayudarnos con su presencia y su palabra a sobrellevar la carga, proveer consuelo, paz y esperanza.

· En tercer lugar, Jesús, hizo evidente y cercana la Palabra de Dios para la realidad que estaban viviendo y, como ellos mismos reconocieron después, fue esa Palabra la que puso nuevos ánimos en sus corazones. Jesús trae la Palabra a nuestras vidas para que ella nos transforme, nos cambie, nos dé ánimo, fuerzas, nos enseñe, nos corrija, y nos guie. Cuando nos encontramos con Jesús, si le dejamos Él nos transforma, y esa transformación nos convierte en voceros de esperanza y ayuda para otros.


Jesús quiere comunicarse con vos de forma personal, no importa qué problemas tengas, que sentimientos te estén invadiendo, simplemente tenes que estar dispuesto a abrir tu canal de comunicación con él, a escucharlo y tratar de entender qué mensaje te quiere dar.


¿Qué situaciones estás experimentando en tu vida que requieren la presencia de Jesús?

¿Qué hay en tu vida que pueda impedirte reconocer a Jesús caminando a tu lado?

¿Qué podes o debes hacer para invitar a Jesús a entrar en tu experiencia de vida?




 
 
 

Commenti


bottom of page