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Sábado 14/03/20

Cuestión de hábitos:

¿Qué son los hábitos? Cosas que haces siempre y son parte de tu personalidad,  de tu manera de ser cada día: el asiento que elijes en el colectivo, la forma de hacer determinadas cosas, como te cepillas los dientes, lo que dices cuando hablas con Dios, etc.
 

Son muy pegajosos ¡Y no se quitan con facilidad! Una vez que los tienes se vuelven parte de tu vida. Tus acciones, palabras y pensamientos marchan al ritmo de ellos. Y tienen el poder de ayudarte a lograr tus metas y vivir mejor… o arruinar tu carácter, tus planes y tus relaciones.
 

Formas tus hábitos por la influencia de los demás y por el lugar en el que vives, pero especialmente por repetir algo muchísimas veces durante varios días. Por ejemplo, si en tus grupos de amigos dicen malas palabras, al pasar tiempo con ellos, y repetir las mismas cosas pronto se te volverá un habito hablar de ese modo, ¡Sera como si no puedes evitar decirlas!
 

¿Te haría muy bien tener hábitos buenos y dejar los malos afuera ¿Cómo?
 

Primero, define que hábitos quieres sumar a tu forma de ser (leer, no decir malas palabras, ser puntual, ayudar, etc.), segundo, elige uno y decide hacerlo al menos durante cinco días, al principio te resultara incómodo y aparecerán mil distracciones pero sigue intentándolo, y no dejes de pedir ayuda a otras personas.
 

Estos últimos días nos vimos envueltos en muchos hábitos nuevos, como lavarse frecuentemente las manos, usar alcohol en gel, repelente, limpiar el jardín, etc. Son excelentes hábitos para una mejor higiene personal y ambiental.
 

Lo mismo ocurre con tu relación con Dios: hablar con él, leer la Biblia, ayudar a los demás, son buenos hábitos que te guiaran a conocerlo mejor y aprender a vivir al máximo.

 

 

¡Comienza hoy! Que tu relación personal con el Señor se vuelva un hábito diario en tu vida.
1 Corintios
9:25-27

                            

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Sábado 04/04/20

¿Y que si no creo en nada?

   Persecución, cárceles, divisiones y aun muertes son algunas de las muchas manchas que la humanidad sembró a lo largo de su historia. Siempre hubo personas queriendo imponer su pensamiento, cultura, economía, política y religión. Y eso, en realidad, solo trajo más problemas y muchísimo dolor.
 

Ninguna persona está obligada a creer en Dios. Nadie tiene el derecho de forzar a otros a tener fe ni vivir de una manera determinada. Desde el principio los seres humanos fuimos creados con la libertad de elegir que deseamos para nuestra vida. La Biblia cuenta de que forma el primer hombre y la primera mujer tomaron la decisión de seguir su propio rumbo sin tener en cuenta a su Creador.
 

A lo largo de tu vida puede que tengas momentos de dudas y no sepas en que creer. Pero debes saber que es totalmente normal tener preguntas y nunca deberías sentirte mal por ello.
 

La gente dice todo tipo de cosas acerca de Dios: que es como un “monstruo” que debemos mantener lejos, que es como Papa Noel y nos da buenas cosas si nos portamos bien, que se parece a una “fuerza” o “energía” que podemos manejar a nuestro antojo para lograr lo que queremos, o incluso que es algo así como un “amuleto” para la buena suerte. ¿Y tú? ¿Qué piensas?
 

Algunos tuvieron padres que nunca estaban en casa o no demostraban cariño y entonces, cuando alguien les dice que Dios es como un padre, sin darse cuenta no se alegran demasiado por enterarse. A otros, cuando eran niños, les enseñaron formas religiosas muy rígidas, sin amor, y ahora que son más grandes prefieren mantenerse lejos de la iglesia y las cosas Dios. Sea lo que fuere, en la vida pasan un montón de cosas que pueden alterar lo que uno cree y piensa sobre Dios. Pero… ¿Quién es realmente Dios?
 

Dios es el Creador de todo: no estás en la tierra por casualidad sino que El diseño e hizo que cada cosa –incluyendo a los seres humanos- existiera. Dios es Todopoderoso: no hay nada difícil ni imposible para El. Dios está en todo lugar: no está allá lejos, escondido en el cielo, sino que está cerca de ti. Dios es misericordioso: siempre quiere ayudarte. Dios es santo: no hay nada mal en él ni tampoco aprueba la maldad.


Podríamos pasarnos horas y horas hablando de Dios. Pero si quieres saber en pocas palabras quien es realmente él, aquí va una definición súper sencilla y hermosa: Dios es amor, si! Nos creó por amor y quiere que seamos sus amigos. A pesar de que tratemos de vivir nuestra vida como mejor nos parezca, Él está ahí, esperando que creamos, le hablemos y pidamos su ayuda.


Dios te ama ¿qué harás con su amor?

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25/04/2020

 

La brújula en tu vida

Cuentan que hace muchos años un muchacho se perdió durante un viaje. Una tarde salió a conocer el lugar en donde se hospedaba con su familia y de repente no supo cómo volver. ¡Había tantos árboles en el bosque! ¡No era fácil ver el sendero! Pasaron varias horas. Sus padres empezaron a inquietarse. Pronto caería el sol y sería más difícil hallarlo…

Entonces el muchacho recordó que su abuelo le había regalado algo que podría ayudarlo. ¡Era uno de esos cortaplumas que tienen muchas funciones! Una de ellas, la más útil en ese momento, era una pequeña brújula. Fue así que logro finalmente orientarse y regresar sano y salvo.

Los valores son como una brújula: nos ayudan a orientarnos para saber por dónde ir. Por ejemplo, si la verdad es un valor importante para ti, cuando estés en un aprieto y sientas la tentación de mentir no caerás tan fácil en el engaño. Buscaras la manera de escapar y decir la verdad, por más difícil que sea. Si valoras ser leal a tus amigos, no hablaras ni dejaras que nadie hable mal de ellos en su ausencia. Si ahorrar es un valor importante, cuidaras el dinero que tengas y no lo malgastaras.

A veces pareciera que no hay más valores ¡Como si el mundo estuviera al revés! Pero lo que realmente pasa es que mucha gente tiene los valores cambiados. Valoran el egoísmo más que el compartir, el engaño más que la verdad, el placer sexual <ya mismo> más que la alegría de esperar y disfrutar del sexo en el matrimonio, tener todo <ahora> y consumir en vez de guardar para el futuro. ¡Con razón hay tantos problemas!

Dios quiere lo mejor para tu vida. Por eso la Biblia te habla de valores como el amor, la fidelidad, la amistad, el servicio, la verdad, el respeto, la igualdad, el sacrificio por el prójimo, la responsabilidad, la felicidad, la paz. Ahora que eres joven es el mejor momento para decidir los valores para tu vida. ¡Y crecer cada día poniéndolos en práctica!

Oración: Señor, me enseñas a tener confianza en ti. ¡A veces me cuesta muchísimo! Te pido que me ayudes a aprender y a vivir los mejores valores. Que mi manera de hablar y tratar a los demás muestren como valoro el amor, la verdad y a mis semejantes.

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02/05/2020

 

Aislados pero Enfocados

LA PAZ

La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. (Juan 14:27)

La paz no es la ausencia de problemas; al contrario es la capacidad de tener ese estado de serenidad interior no porque no haya situaciones difíciles, sino en medio de ellas, y a pesar de ellas. La paz impide que el miedo nos controle y la ansiedad nos domine. La paz no es una actitud fría o inconsciente ante los problemas ¡Para nada! Es tener una posición clara y correcta de esos problemas pero, al mismo tiempo, no perder la mirada espiritual de los mismos.

En estos tiempos tenemos el privilegio de experimentar la paz de Dios en nuestros corazones. Una paz que no elimina los problemas ni los riesgos, pero nos permite vivir por encima de ellos ya que tenemos la certeza de que nuestra vida está en las manos del Dios que controla y gobierna todo el universo. El dichoso virus está generando una situación que pone a prueba nuestro sistema de defensas, pero también lo hace con nuestra fe. La paz tiene sentido y se manifiesta cuando las cosas van mal. Porque cuando todo va bien ¿Quién necesita paz?

 

LOS OJOS PUESTOS EN JESÚS

Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe. (Hebreos 12:2)

La “mirada”, en un sentido amplio, determina la forma en que vivimos. ¿De qué se trata entonces ver las cosas como Jesús las ve? No significa ignorar la realidad, cerrar los ojos ante la pandemia mundial y las amenazas sobre nuestra salud. Tampoco negar que habrá serias consecuencias económicas, sociales y políticas y que una nueva y desconocida realidad nos espera ¡Nada de eso! Estas cosas están ahí y ni podemos ni debemos obviarlas.

Poner la mirada en Jesús significa recordar que lo que vemos no es la única realidad que existe. Es recordarnos a nosotros mismos que Jesús continúa estando en el control de la historia del universo con todos los eventos y acontecimientos, y además también de mi historia personal, la de cada uno de nosotros. Personalmente quiero poner mi mirada en el Creador y sustentador del universo y declarar que pase lo que pase, aunque esto no sea bueno, Él tiene el control en medio de la pandemia y por encima de ella.

 

BENDECIR A OTROS

Ustedes son la sal y la luz del mundo. (Mateo 5:13-16)

La cuarentena sigue adelante en la mayoría de nuestros países y por lo tanto continuamos aislados en nuestras casas. Me pregunto qué podemos hacer como hijos de Dios. Seguimos siendo responsables de bendecir a un mundo que hoy, como hacía mucho tiempo, no se veía en una increíble necesidad.

Con quién nos debemos comunicar para saber cómo están y qué necesidades pueden tener. Por quién podemos orar más allá de la normal oración personal. Quién necesita un mensaje de ánimo, apoyo e interés porque está preocupado por cómo evolucionará su trabajo, su estudio, sus proyectos de vida estancados por la reciente situación, o sus medios de vida. Evitemos que se multiplique el desaliento, la desesperanza y el desánimo. Esta es una increíble oportunidad para ser sal y luz en un mundo que necesita calma y serenidad, y quienes seguimos a Jesús, sabemos que solo las podremos encontrar en Él.

 

Así que recuerda: Mantener la calma, poner tu mirada en Jesús y en como El ve las cosas, y buscar ser de bendición a otros.

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09/05/2020

 

¿Cómo puedo hacer algo que tenga sentido?

                                             Hacer lo bueno da larga vida; haz el bien y vivirás. Proverbios 12.28

 

Muchos años atrás, un hombre llamado William C. Morris trabajo muchísimo para ayudar a niños y adultos pobres. Con mucho ingenio y pasión logro ofrecer educación, comida y hogar a miles de personas que se encontraban sin ningún tipo de recursos. Cuando alguien se acercaba y le preguntaba sobre lo que hacía, este buen hombre respondía lo siguiente:
 

   ''Pasare por este mundo una sola vez. Si hay alguna palabra bondadosa que yo pueda pronunciar, alguna noble acción que yo pueda efectuar, diga yo esa palabra, haga yo esa acción ahora, pues no pasare más por aquí ''.

                  ¡Realmente lo logro!

Todos queremos vivir con sentido, es decir, que lo que hagamos sirva para algo. Sería muy triste que al final de nuestra existencia dijéramos: ''La verdad no hice algo que mereciera realmente la pena… simplemente pase como alguien más… ''

¿Y tú?  ¿Cómo imaginas tu futuro? ¿Tiene sentido lo que haces hoy en día? ¿Estas feliz con tu vida?

Es bueno que la realidad te inquiete, te conmueva, no te deje seguir adelante sin hacer algo al respecto. ¡Que nada ni nadie apague tus ganas! Aquí van algunos consejos:

   -Piensa bien que te gustaría realizar. Es mejor tener una idea y llevarla adelante que pensar en mil proyectos y nunca concretar nada. Para empezar, intenta definir qué es lo que te gustaría hacer, cual sería tu contribución especial.
 

   -Realiza preguntas. ¿Tiene sentido lo que estoy por hacer? ¿Es algo más? ¿Ayudara a otros? ¿Me permitirá desarrollar mis talentos y capacidades? ¿Podre contar con la colaboración de otra gente?  Preguntar ayuda a conocer, aprender y mejorar.


   -Haz planes. Determina en que tiempo te gustaría lograr aquello que deseas hacer. Y entonces haz planes que tengan metas y objetivos para lograrlo. Muchos buenos deseos nunca llegan a concretarse por falta de planes.

-¡Lánzate a realizarlo! Con pasión, entrega y convicción, aunque haya momentos difíciles y llenos de dudas, comienza de una buena vez. Empieza con lo que tengas a tu alcance. Solo tienes una vida, ¡El tiempo pasa muy rápido!

 

Dios quiere que vivas con sentido. Te creo con un propósito y espera que lo descubras y lo vivas al máximo.

¡Habla con él y pídele su ayuda! ¡Busca su voluntad! ¡Él te responderá!

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16/05/2020

 

PROBLEMAS EN CASA…

                                             

Lo que hacen los padres influye muchísimo en la manera en que los hijos viven su vida. Por supuesto, al volvernos cada vez más independientes, cada uno de nosotros toma sus propias decisiones y es responsable de las cosas que hace. Pero lo vivido en el hogar durante nuestra infancia tiene mucho poder sobre nuestra forma de pensar, nuestra relación con los demás y nuestros proyectos.

Algunas personas sufren abuso en su propio hogar, por parte de sus padres. En ciertos casos se trata de maltratos extremos, que incluyen violencia física de todo tipo. En otros casos, consiste en maltrato emocional que puede incluir menosprecio, castigos corporales, cargas excesivas y abandono.

¿Y vos? ¿Cómo es la relación con tus padres? ¿Has sufrido o sufres situaciones de abuso por parte de ellos u otros parientes?

Quienes padecen este tipo de problemas suelen guardar silencio. Por ejemplo, a veces se da la situación de un padre que llega alcoholizado a la casa y entonces maltrata a su esposa e hijos. Muchas esposas, en casos similares, prefieren no contárselo a nadie por vergüenza y sufren pacientemente con la esperanza de que su marido cambie en algún momento. Pero si bien es comprensible la forma en que ella reacciona, una actitud así casi nunca logra resultados positivos: siguen los problemas y aumentan los peligros de sufrir mayores maltratos.

¿Qué hacer?

Sin importar que tipo de abusos se cometan en tu casa, es urgente que busques ayuda. En tu ciudad seguramente hay lugares adonde podrías ir para obtener orientación: hospitales, centros de ayuda familiar, Iglesias. No tengas vergüenza ni temor pues allí hay personas preparadas para brindar ayuda y no te juzgaran a ti ni a tu familia por lo que les cuentes. Tampoco sientas que estarías traicionando a tu papa o a tu mama por hacer algo así. Allí te ofrecerán consejo y apoyo para saber qué pasos tomar en tu propia situación.

¡Y no dejes de hablar con Dios en todo momento! Él está junto a ti, conoce tus sufrimientos y los de tus padres. Puede darte paz en medio de la tormenta. Y también ayudarte a sanar tus heridas y cambiar la situación dolorosa que vive tu familia.

“Dios sano las heridas de los que habían perdido toda esperanza.” Salmo 147.3

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23/05/2020

 

Humanos y ¿Huérfanos?

Cada vez hay más gente que se suma a la solidaridad, al respeto a los demás y al trabajo para lograr la paz y el bien común. Es cierto: al mirar lo que pasa en distintas partes del planeta, incluso en nuestro propio país, uno podría tener la sensación de que todo está por explotar y ya no quedan esperanzas. Pero no es la verdad completa. ¡Muchas personas en los cinco continentes luchan por cambiar la realidad! Por supuesto, varían los métodos y las propuestas.

Una idea que se presenta con fuerza es que los humanos lograremos vivir mejor con nuestros propios medios y sin nadie que nos ayude. Partiendo de la idea de que existimos como producto del azar y sin la intervención de ningún ser sobrenatural, varios movimientos políticos, filosóficos, psicológicos, económicos y espirituales dicen que podemos lograr vivir al máximo por nuestra propia cuenta.

Primero que nada, lo bueno es que hay gente que está pensando en los demás y en cómo mejorar la realidad. ¡Es un buen punto para empezar! Siempre produce alegría ver personas que abandonan el egoísmo y los propios intereses para lograr beneficiar al otro.

¿Cuál sería el problema entonces?

Descartar a Dios y dejarlo fuera de cualquier posibilidad de acción. No reconocerlo como creador y menos querer que sea nuestro Padre. ¡Hacer de cuenta que somos huérfanos y andamos solos por la vida!

Sin embargo, para que cualquier plan pueda funcionar al cien por ciento y el ser humano llegue a vivir en plenitud, si o si tenemos que incluir a Dios en nuestra realidad. Saber que estamos en la tierra porque Él nos creó, reconocer que somos seres con limitaciones y que sus enseñanzas y mandamientos son clave para alcanzar el éxito de verdad.

¡Seamos cada día más humanos! Luchemos por un mundo mejor, con mucho más amor por los demás. Pero hagámoslo con la alegría y la sabiduría de entender que solo junto a Dios podremos lograrlo.

“Dios utilizó su poder para darnos todo lo que necesitamos, y para que vivamos como él quiere. Dios nos dio todo eso cuando nos hizo conocer a Jesucristo. Por medio de él, nos eligió para que seamos parte de su reino maravilloso.” 2 Pedro 1.3

Busca a Jesús HOY, no dejes pasar un minuto más, mañana tal vez podría ser demasiado tarde.

“Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón.” Jeremías 29.13

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30/05/2020

 

Se murió…

 Imagínate que es de noche, está haciendo un frío de esos que traen heladas y vos estás en tu habitación, con la ventana abierta y sólo una frazadita. Desearías que el frío no estuviera. Vas y cerras la ventana. El frío baja, pero, todavía se siente una pequeña corriente de aire que se filtra por algún lugar. La buscas y cuando por fin encuentras por donde pasa logras taparlo. Ahora esa frazadita comienza a calentar porque lograste aislar el aire frío de tu habitación. Lo mismo pasa cuando alguien quiere dejar su adicción, si no reconoce las aberturas que están haciendo que se filtren esas adicciones siempre estará expuesto a que el problema vuelva.

Ahora hazte un par de preguntas… ¿Cómo es posible que haya tanta cantidad de personas adictas? ¿Por qué siguen aumentando el número de adictos y el de adicciones? Tal vez, vos que estás leyendo esto te encuentras justamente atravesando alguna, o no, pero conoces a algún amigo, compañero, familiar, que pasa por esta situación, de igual modo, estas preguntas incluyen a ambos…

Existen muchas razones sociales, culturales y tecnológicas que contribuyen a aumentar el número de adicciones y por lo tanto de adictos. La presión de grupo, el estilo de vida de la familia, el deseo de encontrar una vía rápida de escape, son algunos factores que pueden llevar a alguien a las adicciones, pero básicamente es el deseo de llenar un vacío interior. Pero el mayor problema son las poderosas barreras personales que les impiden a las personas buscar u obtener la ayuda necesaria.

  • Negación: “Es un mal hábito, pero no soy adicto. Algún día lo dejaré”.

  • Apariencias: “Soy un cristiano. ¿Cómo puedo ser adicto a esto? Debo estar muy mal”.

  • Vergüenza: “No puedo decírselo a mis padres, o a mi novia/o, a mis amigos; ¡es como no tener autocontrol!”.

  • Temor: “La gente es tan crítica. Perderé todo lo que tengo si alguien se entera”.

  • Depresión: “No soy lo suficientemente fuerte. No hay ninguna esperanza de vencerlo”.

  • Refuerzo: “Se siente demasiado bien como para dejarlo”.

Si este es tu caso la primer cosa que debes hacer es buscar urgentemente ayuda!! Ayuda profesional. Nadie puede esperar que la persona metida en adicciones pueda salir solo.

Lo segundo es comenzar a realizar pequeñas acciones que puedan ayudarte a alejarte de esa adicción que te mantiene atado, como por ejemplo coloca pequeños papelitos (en tu pantalla, o recordatorios en el celular, en un lugar que sea visible para vos), recordándote que estás dispuesto a no ensuciar tu mente ni tu corazón. Si bajas pornografía a tu disco duro (celular o PC) es fácil eliminarlo, pero la tecla ‘’ELIMINAR’’ en tu mente no funciona igual.

Y por último, lo más importante, no debes condenarte ni condenar. Debo dejarte claro que cualquier adicción que tengas es un pecado, y como cualquier pecado siempre nos separa de Dios y el enemigo está listo, al acecho, a la primera oportunidad que se le presente para separarnos de Dios por completo. Hay momentos en los cuales nos sentimos como si Dios estuviera enojado con nosotros y eso es justamente lo que satanás quiere que pensemos, porque sabe muy bien que si creemos eso nos escondemos y cortamos nuestra relación con Dios. Pero el plan de Dios para nuestra vida es que vivamos en completa libertad, él nunca se aleja de nosotros, siempre está dispuesto a darnos una segunda oportunidad, pero como todo un caballero espera paciente y con amor a que tomemos la decisión de acercarnos a El nuevamente. Su sacrificio en la cruz fue suficiente para librarnos de la esclavitud del pecado, El ya pago el precio, la decisión está en nuestras manos. Deja morir al viejo hombre interior, lleno de dudas, culpas y temores y comienza una nueva vida de la mano de Jesús.

“He disipado tus pecados como una nube y tus ofensas como la niebla de la mañana. Vuelve a mí, porque yo pagué el precio para ponerte en libertad.” Isaías 44:22

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06/06/2020

Empujados al vacío…

¡Parece que todos lo hacen! Estas allí, en tu escuela o universidad, y tus compañeros te invitan a sumarte. < ¿Acaso tienes miedo?>, preguntan. La tentación es muy fuerte. Y más fuerte es el temor al rechazo, a que te dejen fuera del grupo, ¡a quedar como alguien que no está en “onda”! No sabes que hacer. ¡Qué difícil!

No sos la primera persona que se siente así. En algún momento de la vida, todos experimentamos la presión de los pares, de aquellos con los que pasamos tiempo y consideramos nuestros amigos. Son esas veces en las que pareciera que todos te forzaran a hacer algo que no es bueno. Cosas que podrían perjudicarte ahora o en el futuro. Algo que sabes que no está bien hacerlo.

¿Qué hacer cuando te sentís así?

Lo primero, es definir qué cosas no quieres para tu vida. Por ejemplo: consumir drogas, tener relaciones sexuales antes del matrimonio, mirar pornografía, fumar, engañar a tus padres, malgastar tu dinero, emborracharte, dañar a otras personas, etc. Tomar estas decisiones a solas, antes de estar cara a cara con la tentación y las presiones, es lo primero que tienes que hacer para vencer.

Segundo, debes saber que tu vida no depende de lo que digan o no los demás. Porque Dios te creo, ¡eres una persona valiosa! A veces la gente dice cosas que causan dolor, como burlarse o poner apodos que molestan. Que digan que eres cobarde o feo ¡No significa que sea cierto!

Tercero, es bueno que tus amigos y compañeros sepan cuáles son tus valores. Que cosas te gusta hacer y cuáles no. En qué cosas participas y en cuales prefieres no hacerlo. ¡Y que tomas tus decisiones por tu cuenta, no por lo que otros te obliguen a hacer! Al ver tus convicciones tal vez no te entiendan y hasta piensen que eres alguien extraño. Pero si te mantienes firme, con el tiempo sabrán que cosas hablar contigo y hasta te ganaras su respeto.

Cuarto, si una situación se torna muy compleja y difícil de aguantar, tal vez debas considerar cambiar de ámbito o de grupo. Son decisiones extremas y en casos muy especiales donde la presión de grupo es tan fuerte no hay mejores posibilidades.

Pero sobre todo, lo más importante, mantén abierta tu comunicación con Dios las 24 horas, El conoce cada situación por la que pasas, Él tiene listas las vías de escape para cualquier situación, pero para hallarlas tienes que ser muy valiente y estar siempre bien preparado, por eso, recuerda, unas vez más, que debes aprender a tomar las mejores decisiones siempre de SU mano.

“Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir que sufran más tentaciones de las que pueden soportar. Además, cuando vengan las tentaciones, Dios mismo les mostrara como vencerlas, y así podrán resistir.” 1 Corintios 10.13

Oración: ¡Qué difícil es ir en contra de la corriente! Jesús, dame fuerzas para soportar la presión y vivir como tú quieres. ¡Cuántas personas hacen caso de las presiones de los demás! Ayúdame a tener convicciones firmes y a elegir bien a mis amigos, que ellos también te quieran. Gracias por qué sé que puedo contar con tu ayuda en todo momento, gracias porque me creaste único y especial y me amas muchísimo. Amen.   

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13/06/2020

¡Adiós soledad!

¡A nadie le gusta estar solo! Todos queremos tener amigos, conversar con los demás, compartir juegos, charlas, disfrutar pasatiempos, practicar deportes, aprender cosas para la vida, etc. La familia, el vecindario, la escuela o universidad, el club, los medios de comunicación, nos mantienen cada día en contacto con otros. ¡Nacemos para vivir en sociedad!

Pero hay personas que sufren la soledad; están o se sienten solas. Algunas porque crecieron en familias en donde nadie mostraba cariño ni decía palabras de apoyo. Otras porque sufrieron el rechazo de gente que querían mucho. Algunas porque nadie las llama ni visita, como a veces pasa con los ancianos, y más en estos tiempos en los que debido a la problemática actual muchas personas se encuentran aisladas en su casa sin poder salir a ver a alguien, tampoco nadie los visita, y en algunos casos tampoco cuentan con internet, ni herramientas como para poder contactarse a través de la tecnología, y en medio de toda esa situación, la soledad se siente más y más cerca, y muchas veces no solo es un sentimiento sino una realidad.

¿Qué hacer si sufres soledad?
 

Primero, que sepas algo muy importante: ¡Dios siempre esta con vos! No es un invento ni una frase bonita, ¡es verdad! Lo dice La Biblia, ese libro que tiene todo lo que él quiere decirte. Cuando te levantas o te acuestas, en tus buenos o malos momentos, cuando estas con mucha gente o a solas, puedes tener la seguridad de que él está a tu lado para escucharte, acompañarte y darte fuerzas.

Segundo, pide que Dios te ayude a superar cosas que te impiden salir de la soledad. Tal vez necesites ganarle a la timidez, quizás tengas que aprender a perdonar a los que te dañaron, a lo mejor debas curar las heridas y el dolor que hay en tu corazón, puede que necesites volver a creer en la amistad, o tal vez sea una buena oportunidad para aprender algo nuevo, como por ejemplo a usar las tecnologías. Lo que fuere, Dios puede y quiere ayudarte.

Tercero, aprende poco a poco a relacionarte con los demás. Probablemente no sea algo mágico ni ocurra de un día para el otro. Pero lentamente trata de hacer nuevos amigos, de interesarte en lo que le sucede a los otros, de aprender a compartir alegrías y tristezas. Veras de qué manera la soledad dará paso a la alegría de compartir.

Y por último, algo muy importante: mira a tu alrededor e intenta ser alguien que ayude a las personas solitarias, ten siempre una actitud amigable que sea como un puente que te conecte con los demás.

“¡Jamás podría yo alejarme de tu espíritu, o pretender huir de ti! Si pudiera yo subir al cielo, allí te encontraría; si bajara a lo profundo de la tierra, también allí te encontraría.  Si volara yo hacia el este, tu mano derecha me guiaría; si me quedara a vivir en el oeste, también allí me darías tu ayuda.” Salmos 139:7-10

 

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20/06/2020

¿porque estoy tan triste?

Los seres humanos tenemos emociones y sentimientos. Estaría mintiendo quien dijera: <Yo no siento nada, todo me da igual>. Dolor, enojo, alegría, frustración, depresión, amor, paz, celos, miedos, serenidad… y un montón de cosas más que experimentamos a lo largo de nuestra vida.

De todas, la tristeza suele ser una de las emociones más fuertes que podemos llegar a sentir. Seguro que ya tuviste oportunidad de conocerla en persona: es como si algo dentro de ti se apagara, como si todo se volviera gris y oscuro. A veces viene acompañada con ganas de llorar, otras con un deseo de abandonarlo todo. Sientes una mezcla de dolor y muy pocas ganas de hacer algo.

¿Por qué sientes tristeza?

Uno de los motivos podría ser lo que te pasa en la vida. Los problemas en casa, las peleas de tus padres, una calificación baja en tus estudios, la falta de amigos en quien puedas confiar, en estos momentos de “distanciamiento social” muchos extrañan ver a sus seres queridos, tal vez vos extrañas ver a tus amigos, volver a clases, compartir y poder hacer todo lo mismo de antes, o quizás lo que trae tristeza a tu corazón es la muerte de alguien a quien querías mucho, mañana en nuestro país se celebra el día del padre y para muchos chicos y chicas no suele ser un día muy feliz porque justamente su padre no está,  y muchísimas cosas más son realidades que pueden provocar tristeza.

Otra causa podrían ser los cambios que se producen en ti durante la adolescencia. ¡Vives una verdadera revolución en tu interior! Tu cuerpo, tu manera de relacionarte, tus pensamientos… empiezas a pensar y sentir de forma diferente a como lo hacías en la niñez. Y como parte de este proceso hay días en los que estas triste y quizás ni sepas porque. ¡Todo parece estar bien a tu alrededor y sin embargo sientes tristeza! Los cambios físicos, emocionales y sociales influyen directamente en tu estado de ánimo.

Obviamente merece la pena tratar de entender lo que te pasa, así no te frustras ni caes en la ansiedad. Siempre habrá razones para sentir tristeza.

¿Qué hacer cuando estés así?
 

No te aísles: busca ayuda, alguien de confianza a quien contarle lo que te sucede.
 

Mira hacia adelante: hay cosas que van a cambiar con el tiempo, otras van a mejorar un poco y otras seguirán así como están.
 

Utiliza tus emociones para bien: al igual que el enojo, sentir tristeza puede ayudarte a realizar cambios o empezar proyectos que hasta entonces no habías comenzado.

Y, por supuesto, busca a DIOS, él quiere llevar paz a tu corazón y ayudarte a utilizar tus sentimientos y emociones de la mejor manera, solo él sabe cómo hacerlo, solo él puede cambiar tu tristeza en alegría.

“Dios escucha a los suyos y los libra de su angustia. Dios siempre está cerca para salvar a los que no tienen ni ánimo ni esperanza. Los que son de Dios podrán tener muchos problemas, pero él los ayuda a vencerlos.” Salmos 34:17-19

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27/06/2020

Identidad perdida…

A todos nos conmueve enterarnos de alguien que ha perdido su memoria y no recuerda quien es, en donde vive ni cuál es su familia. A veces se trata de gente que ha sufrido golpes a causa de acciones o hechos de violencia. Otras de ancianos que se han extraviado y no saben cómo regresar a su casa debido al deterioro de su mente y los recuerdos. ¡Qué situación más difícil!

También se da el caso de personas que fueron adoptadas en su niñez, o que uno de los padres lo abandono y nunca lo llego a conocer  y en un momento de su vida quieren saber de dónde proceden, quienes fueron sus padres, cuál es su familia de origen. Hay muchísimas historias de búsquedas intensas y reencuentros emocionantes.

Saber quién eres, de dónde vienes, cuáles son tus gustos, que cosas te apasionan, donde estudias o trabajas, con quien te relacionas, en qué lugar vives y muchas otras cosas definen tu identidad, le dan color. ¡Sin duda tu identidad se trata de uno de los valores más preciados, tanto que no hay dos igual!

Hay una etapa en la vida en la que todos andamos como “perdidos” tratando de definir quiénes somos. De pronto llegamos al punto de cuestionar nuestro origen, las enseñanzas de nuestros padres, los mandamientos de Dios, las cosas que nos rodean e incluso nuestra orientación sexual. Es un proceso absolutamente natural que todos los seres humanos vivimos durante nuestro camino hacia la madurez y la independencia. El asunto es como vivir esa etapa, que cosas tener en cuenta y que decisiones tomar.

En tu búsqueda, cuando estés en esos momentos de mayor confusión, lo mejor es hablar con Dios y tratar de averiguar que dice la Biblia. Así descubrirás,  por ejemplo, que no estás en el mundo por casualidad sino porque no hay mejores alternativas a su perfecto plan. Que cuando nos atrevemos a creer en Jesús y aprender de el cada día, empezamos a experimentar cambios positivos que nos ayudan a definir nuestra identidad.

Dios quiere orientarte en la búsqueda y formación de tu identidad. Habla con el hoy mismo y comienza a descubrir todo lo maravillosa que puede ser tu vida.

“Dios, tu eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú eres el alfarero; ¡Tú eres nuestro creador!” Isaías 64:8

Oración: Señor, nos hiciste hombre y mujeres. Gracias por diseñarnos con características especiales y diferentes. Ayúdame a formar mi identidad, sé que en tus manos puedo encontrar sentido y dirección, no estoy aquí por casualidad. Gracias, Dios por hacerme una nueva persona al creer en Jesús, ayúdame a descubrir mi verdadera identidad en ti. Quiero que mi vida sea como una luz para quienes todavía no disfrutan de tu amor. Ayúdame a vivir cada día sabiendo que soy parte de tu familia como un hijo amado y elegido por ti. Que pueda llenar mi mente con todo lo que dices acerca de mi verdadera identidad en Jesús.

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04/07/2020

  Uff…  ¡¡Que rabia!!  

¡Que enojo dan algunas cosas! Las burlas de los demás, el maltrato, las injusticias, la impuntualidad, ser defraudado por personas cercanas, problemas en casa, perder en un juego, desaprobar un examen, no lograr lo que uno quisiera, recibir una mala noticia, enfermarse justo antes de hacer algo planeado con anticipación, terminar un noviazgo, quedarse sin trabajo… a veces pareciera que la vida está llena de eventos que nos hacen enojar, que nos producen mucha “rabia”.

Enojarse, ¿Es bueno o es malo?
 

Es importante saber que se trata de algo totalmente normal. ¡Incluso la persona más tranquila se enoja en algún momento de su vida! Al igual que la tristeza, el amor, la alegría, el miedo y otras emociones, el enojo también es parte del ser humano. Si lo usas bien te ayudara, por ejemplo, a reaccionar cuando algo funcione mal o debas hacer cambios en tu vida. También a definir tu propia personalidad al diferenciarte de los demás y no hacer o decir lo que tanto te molesta ver en otras personas.

El problema no es si te enojas o no (porque todos nos enojamos) sino que haces con el enojo. Habrás visto dos tipos de personas: gente que todo el tiempo se enoja, grita, insulta, se pelea, vive ansiosa, casi nunca sonríe, y, gente que se “traga” la ira y nunca deja que los demás sepan de su enojo. Ningún extremo es bueno: ambos son peligrosos para la salud de la persona y de las relaciones con los demás.

Sigue estos consejos cada vez que algo te haga enojar:
 

-No reacciones rápido. Aunque te cueste muchísimo, frena la marcha y dedica unos minutos para considerar que decir y hacer. Si podes alejarte por un rato, hacelo.
 

-Piensa. “¿Por qué me enoja esta situación? ¿Merece la pena tanto enojo?”
 

-Busca soluciones. Por ejemplo, si reprobaste un examen, estudia mejor para el próximo; si se terminó una amistad, piensa que ocurrió y aprende para enfrentarte a futuras relaciones.

-Utiliza el enojo para lograr cosas positivas. ¿Te enoja que en tu ciudad haya personas que no tienen comida? Pensa que podes hacer para sumar tu ayuda. ¿Te enoja que se burlen de un compañero? Conviértete en su amigo.
 

-Pide ayuda. Si ves que te resulta muy difícil dominar el enojo, habla con alguien que pueda ayudarte y seguir en contacto con vos.
 

Y por supuesto el primer interesado en ayudarte a que aprendas a controlar tu enojo y lo utilices para algo positivo, ese es Dios, habla con él y pedile que te ayude a manejar bien tu enojo, a no explotar ni reaccionar mal de manera que no te lastimes ni lastimes a otros y puedas ir moldeando tu carácter de la mejor forma, sacando lo mejor de vos en cada situación, sin dudas, ¡Él te dará fuerzas para lograrlo!

“Mis queridos hermanos, pongan atención a esto que les voy a decir: todos deben estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho.  Porque la gente violenta no puede hacer lo que Dios quiere.  Por eso, dejen de hacer lo malo, pues ya hay mucha maldad en el mundo. Hacer lo malo es como andar vestido con ropa sucia. Más bien, reciban con humildad el mensaje que Dios les ha dado.” Santiago 1:17-21

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11/07/2020

 Vencer el Fracaso…  

Los adolescentes viven muy estresados a causa del éxito y del fracaso. Tratando de llenar las expectativas de sus amigos, de sus padres y de la cultura. Imagen, ropa, estándares de las redes sociales, el gusto por la exclusividad personal.

El mensaje es como siempre: «Si no podes lograrlo, al menos no estés fuera de esto. No falles. No seas la burla de otros». Los adolescentes de hoy, sienten y piensan que no pueden fallar. Las consecuencias parecen ser muy grandes y hay un alto precio que pagar.

Muchas veces los padres pueden sin querer sumar a esa presión «no falles». De muchas maneras les dicen a los hijos: «No lo arruines. Tu futuro entero está en riesgo. No desperdicies tiempo en cualquier cosa solo porque te apasiona. Enfócate únicamente en lo que puedes sobresalir y sé el mejor en eso. No tienes tiempo para equivocarte. Sé exitoso».

Pero, el fracaso puede ser utilizado para hacernos exitosos en el futuro, podemos aprender de él, mientras caminamos hacia nuestro propósito en Dios. Nuestra habilidad para confiar en Dios y llegar a ser más como Jesús, viene, muchas veces a través de experiencias equivocadas y de mucho dolor.

Dios usa nuestras fallas, fracasos y experiencias de dolor para hacernos exitosos como personas que confiamos en Él. Santiago nos dice que aprovechemos las pruebas porque ellas nos guiarán a confiar en Dios, y cuando aprendemos a confiar en Dios eso definirá nuestro éxito como seguidores de Jesús.

Santiago 1:2-4: «Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho 3 porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. 4 Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada. »
 

Estas son 6 Claves para beneficiarse del fracaso y aprender mucho de las situaciones más difíciles:
 

1) Responder con humildad ante el fracaso

Somos seres humanos que fallamos, nos equivocamos y fracasamos. Pero esto no define quiénes somos ni nuestro valor como personas. Lo que nos define es que somos sus hijos amados y nuestro éxito viene de comprender que nuestro Padre Dios está de nuestro lado y nos sigue amando de la misma forma.
 

2) Ser honesto en cuanto al dolor y la frustración que sientes

La mayoría de las veces nuestro orgullo pretende hacer de cuenta que no pasó nada y que no sentimos ningún dolor. El fracaso produce dolor y debemos ser sinceros con respecto a cómo nos sentimos. Es el dolor el que nos conduce a poner nuestra esperanza más profundamente en Jesús.
 

3) Reflexionar en cuanto a lo que ha salido mal

Con el dolor del fracaso y la humildad, analicemos qué estamos haciendo mal. ¿Debí escuchar los consejos que me dieron? ¿Me apuré? ¿Estamos desarrollando nuestras debilidades en lugar de nuestras fortalezas?.
 

4) Buscar la dirección de Dios en el fracaso

Los fracasos no solo nos llevan a confiar y a depender de Dios en los próximos intentos, también nos entrenan para llevarnos a mejores cosas que Dios tiene para nosotros.
 

5) Recordar que Dios es mucho más grande que nuestros fracasos.

Debemos tener presente que nuestras decisiones tienen consecuencias, importan, y nuestros fracasos nos pertenecen. Pero Dios es más grande, mucho más grande y más poderoso que el impacto de nuestros fracasos.

 

6) Volver a intentar algo más arriesgado

Nuestra reacción ante el fracaso puede llevarnos a retraernos, a apostar por lo seguro, a escondernos y a no intentar nada arriesgado. El temor puede llegar a controlarnos. Una forma de vencer el sentimiento de derrota frente a los pequeños fracasos es atrevernos, e incluso animar a otros a asumir riesgos más grandes.

“Mi autoimagen y cómo otros piensan de mí no es lo más importante. Mi tiempo, mi energía y mi dinero no son lo más importantes. No seré prisionero de mi miedo al fracaso. Intentaré algo incluso más arriesgado”. Esta mirada nos lleva a confiar en Dios en aquellos desafíos que son más grandes de lo que nuestras capacidades pueden manejar. Nos obliga a decir: “Dios puede con esto, sin importar el resultado final. Si salto y fallo, Dios es capaz de colocarme en cualquier lugar que Él quiera. Estoy dispuesto a perder o ganar en mi intento, porque sé que Dios es quien me mantiene caminando en Su historia”.

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18/07/2020

 LA TRAMPA  

Una de las grandes trampas de hoy se llama redes sociales: tener muchos amigos virtuales, compartir todos nuestros momentos fabulosos, platos de comida excitantes, lugares exóticos, fiestas felices, acontecimientos exitosos, obras de caridad y acciones heroicas; además de opinar explosivamente, reaccionar y celebrar o denigrar a los demás sin conocer realmente a nadie. Necesitamos que nos digan qué tan fabulosos nos vemos, qué tan especiales somos y qué tan influyentes se nos considera según la cantidad de seguidores que tenemos.

Es una trampa que hace caer a todos, o a casi todos en algún momento. Nos llena de orgullo, de temor, de necesidad de ser amados y admirados ahí afuera, mientras nos aleja de las relaciones más cercanas: aquellos que nos conocen sin maquillaje ni filtros; quienes probablemente nos ayudan a ser mejores, nos corrigen si es que nos aman y saben cómo usamos nuestro tiempo cada día, qué hay en nuestro corazón y cuáles son nuestras reacciones reales frente a las dificultades.

“Las heridas de un amigo sincero son mejores que muchos besos de un enemigo.” 
Proverbios 27:6

“El perfume y el incienso alegran el corazón,  y el dulce consejo de un amigo es mejor que la confianza propia.” Proverbios 27:9

Quizás no estés en redes, o no les prestes tanta atención; pero desde el comienzo de la civilización la competencia por ser mejores, más felices y tener más que los demás, ha sido una constante. El disminuir para que otros brillen, el buscar el bien de los demás, el dar la vida por el amigo y el amar al prójimo como a uno mismo sin esperar nada a cambio, son cada vez menos populares.

¿QUÉ ES LA AMISTAD VERDADERA?

La amistad es la relación más noble, libre y maravillosa que el ser humano pueda elegir. Es gratis, es voluntaria, es emocionante, es arriesgada, es divertida, es emocional, ahí se involucra el alma, ahí el corazón va de por medio. La amistad es como el mar; se puede ver el principio, pero no el final. Las amistades verdaderas se forjan con la verdad, y jamás se van a destruir con la mentira.

Dice Jim Morrison que “un amigo es alguien que te da total libertad para ser tú mismo”. Creo que esta frase nos ayuda a darnos cuenta de cómo una amistad puede cuidar tu esencia, respetar tu personalidad, motivar tus dones naturales ayudándote a brillar, y afirmar tu carácter de tal forma que nada ni nadie te pueda llevar a desear ser algo diferente a lo que Dios dijo que debes ser. Nuestros amigos nos afirman, aunque el mundo se levante en nuestra contra. ¡Qué importante es tener amistades así!

Todos tenemos la necesidad de compartir nuestra vida, nuestros sentimientos, nuestros mejores momentos y nuestras peores caídas con alguien. Y es una idea realmente revolucionaria que dos personas, sin llevar la misma sangre, podamos amarnos tanto, y que de pronto sintamos la necesidad de brindarnos el uno por el otro, o, en el más espectacular de los casos, que estemos dispuestos a dar la vida por esa otra persona. Todo esto es lo que incluye la amistad, que fue una idea de Dios, y que se nos lo da a conocer a través de la Biblia. En un mundo agitado, materialista y traicionero, ¡qué gran idea es una verdadera amistad!

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25/07/2020

 LA AMISTAD Y LA TRAICIÓN  

Si una amistad se termina, es porque nunca empezó.

Hay muchas situaciones de traición que son terribles, pero cuando estas entran en el territorio de la amistad, es algo escalofriante. Se siente mucho más fuerte e intensa que en cualquier otra área de la vida.

      ¿Qué hacer cuando un amigo nos traiciona?

La Biblia nos enseña a través de Jesús lo que debemos hacer.

Si es un verdadero amigo, necesitamos seguir amándolo, perdonarlo y recuperarlo. Tal como Jesús restauró su amistad con Pedro luego de que este lo negara tres veces.

Pero Jesús tenía otro amigo que lo traicionó. Tal vez sea la historia de traición más contada en el mundo. Estoy hablando de Judas.

Jesús no pudo recuperar a este amigo porque se quitó la vida, pero de no haber sido así, ¡podes estar seguro que Jesús le hubiera dado una nueva oportunidad! Lo hubiera seguido amando, lo hubiera perdonado y lo hubiera recuperado.

Para empezar, Jesús sabía que Judas lo iba a traicionar desde antes de que esto ocurriera, pero no lo evitó. De hecho, ni siquiera le reclamó nada a Judas. Lo único que leemos es un anuncio en el que Jesús dice: “Les aseguro que uno de ustedes, que está comiendo conmigo, me va a traicionar” (Marcos 14:18).

Recuerda que tú no puedes cambiar lo que está en el corazón de la otra persona, pero puedes tomar medidas, como lo hizo Jesús.

La primera medida que Jesús tomó frente a la traición fue no desenfocarse de su objetivo; no olvidar la misión por la que estaba en la tierra. Hay momentos en los que nosotros no podemos hacer nada para evitar las malas experiencias, tan solo fortalecer nuestro espíritu y nuestras emociones, y estar listos para cuando los días difíciles lleguen. Si Jesús hubiera cerrado para siempre su corazón por culpa de Judas, ¡los que hubiéramos pagado el precio hubiésemos sido nosotros!

Leemos en Mateo 26:50 que cuando Judas se acercó a Jesús para traicionarlo entregándolo a sus enemigos, Jesús le dijo: “Amigo, haz lo que viniste a hacer”. Luego se dejó arrestar sin oponer resistencia. Aunque Él bien sabía que ahí comenzaba un viaje sangriento y lleno de humillación, aun así llamó a Judas “amigo”. Jesús consideró que no era un momento adecua­do para reproches ni reclamos. Era el momento adecuado para dejarnos una valiosa lección acerca del perdón.

Si tenés o tuviste amigos con los que te distanciaste por algún motivo, que te lastimaron de algún modo o que tal vez fuiste vos el que los lastimó, hoy te invito a que tomes la iniciativa, no importa si tuviste la culpa o no, pero si es posible, puedan tener una charla para aclarar lo sucedido y dejarlo atrás, y lo mas importante perdonar y soltar, para poder estar sanos y seguir adelante, si es posible, con la misma amistad y sino con las relaciones futuras que surjan.

Asegúrate de caminar sano, no amargado, no sangrando, no sin­tiéndote culpable, sino sano, limpio y sin perder el enfoque. ¡En Cristo Jesús todo es posible!

“La soledad es buen lugar para encontrarse, pero malo para quedarse”.

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01/08/2020

 ¿LA biblia habla sobre AMISTAD?  

Una amistad guiada por valores y principios, triunfa ante todo.
 

-La Biblia promueve la amistad.

-La Biblia premia la amistad.

-La Biblia nos deja clara nuestra necesidad de tener amigos.

-La Biblia nos deja claro que la amistad es uno de los valores más importantes en nuestras vidas.

-Y la Biblia nos deja claro que sin amigos no podremos tener éxito en esta gran aventura llamada vida.
 

¡Leamos juntos, entonces, lo que la Biblia nos dice! Quiero compartirte algunos versículos espectaculares sobre la amistad, y veamos qué enseñanzas podemos sacar de ellos.

1. Eclesiastés 4:12 “...uno solo puede ser atacado y vencido, pero dos, espalda contra espalda, pueden resistir y triunfar; y tres son aún mejores, pues una cuerda de tres hilos no es fácil de romper.”

Así que toma nota de la primera enseñanza que encontramos: ¡Al lado de alguien, resistimos más!

2. Gálatas 6:2 “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas y así estarán obedeciendo la ley de Cristo.”

La palabra “carga” aquí se refiere a un gran peso que se tenía que llevar por largas distancias. Así es que esto se convierte en una metáfora para cualquier dificultad, cualquier desafío, cualquier situación que resulte tan inten­sa y pesada que solos no la podamos cargar.

¡Habrá cargas pesadas y distancias largas para las cuales necesitarás a otro para ayudarte!
 

3. Proverbios 27:9 “El perfume y el incienso alegran el cora­zón; la dulzura de la amistad fortalece el ánimo.”

Aquí la enseñanza es: ¡Puedo estar animado en todo tiempo, por la sencilla razón de que tengo un amigo!

4. 1 Corintios 15:33 “No se dejen engañar: «Las malas compa­ñías corrompen las buenas costumbres».”

La Biblia, nos pide tener cuidado con esas compañías que po­drían alejarnos de nuestro propósito, de nuestros sueños, o hasta podrían provocar que dejemos de agradar a Jesús. Nuestras convicciones en Cristo Jesús no son negociables.

Los verdaderos amigos nunca corromperán tus buenas costumbres. Debes aprender a distinguir qué personas le hacen bien a tu vida y quiénes no.

5. Proverbios 27:6 “Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa.”
 

No todo lo que duele mata. Un beso puede provenir de un enemigo, pero el dolor que un amigo te provoque para ayudarte puede salvar tu vida. Como dicen un dicho “Es mejor quedar mal por decir la verdad que perder la confianza de alguien por sostener una mentira”

6. Proverbios 13:20 “El que anda con sabios, será sabio; al que anda con necios, lo lastimarán.”

¡Deseo ser más sabio, y así estar preparado para cuando mi amigo necesite ese consejo oportuno que cambiará su vida para bien!

7. Proverbios 18:24 “El hombre que tiene amigos ha de mos­trarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.”
 

Todos queremos tener amigos, pero pocos sabe­mos ser amigos. (De esto hablamos en el Blog del miércoles, si no lo leíste hacelo!!)

Aquí la Biblia nos confronta. Es como si nos dijera: “Lo siento; no pidas a otros lo que tú no puedes dar”.

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08/08/2020

 THE WALL

“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito”. Romanos 8:28

Todos en algún momento de nuestras vidas experimentamos puntos de quiebre, esos puntos donde sentimos literalmente que nos morimos, que no damos más, donde creemos que ya no podemos seguir adelante.

En este mes vamos a ver la vida de varios personajes de la Biblia que experimentaron momentos muy difíciles, donde su alma estaba desgarrada. Parecido a nosotros, algunos perdieron todo, no sabían qué hacer, pero encontraron que su punto de quiebre, también fue el punto de inicio para una nueva etapa en su vida.

Los corredores de maratones de 42K, saben que al llegar alrededor del kilometro 30 experimentarán un cambio que se conoce como THE WALL (LA PARED). Es un punto de quiebre, si ellos logran soportar ese momento crítico, seguramente saben que llegarán a su destino. Es un momento donde el cuerpo cambia la fuente de energía de usar carbohidratos a usar la grasa del cuerpo. Es ese momento donde el cuerpo desfallece, pero que los corredores experimentados saben que están muy cerca de encontrar ese segundo aire que los llevará a la meta.

LA VIDA DE JOB

Piensa por un momento que te dan las peores noticias de tu vida y todas juntas, ¿cuál sería tu reacción si te dicen: “Perdiste todo, ya no tenes trabajo, no tenes casa, perdiste tu negocio, y tu familia murió”? ¿¡Te podes imaginar esto!? Seguro que, al igual que a mí, casi te daría un infarto. Ahora veamos lo que hizo JOB.
 

Todos pasamos, estamos pasando o pasaremos por esos puntos de quiebre, pero la actitud correcta nos lleva al siguiente nivel.

Para entender mejor de qué estamos hablando te invito a que busques en tu Biblia, o sino tenes una en internet el siguiente texto Job 1:10-22

¿Cuál sería tu reacción? Seguramente cualquiera que llegaría a un punto de quiebre en su vida como le pasó a Job; hasta incluso llegaría a dudar de Dios y de su bondad. ¿Pero cuál fue la reacción de Job en ese momento?

Seguramente Job, sin dudas habrá sentido muchísimo dolor, angustia, enojo, y todas esas emociones y sentimientos que se te vienen a la mente en este momento, pero, mas allá de eso el estaba seguro de que Dios tenia el control en su vida, y que sus planes, por mas que sean muy difíciles de entender son PERFECTOS, y que al final de todo Dios tenia un plan con cada situación que le sucedía. Tener la mirada de Job tan llena de esperanza ante una situación como esta, sin dudas, es algo para imitar, y mucho por aprender, como los corredores profesionales, Job sabia que esta situación era su THE WALD (su pared) para alcanzar la meta.

“En medio de nuestro dolor, jamás neguemos que sus promesas son REALES y su BONDAD es eterna”.

Job llegó a un punto de quiebre que lo llevó a su momento de mayor bendición.

Te invito a leer la historia completa de Job, encontrá el libro completo que lleva su nombre en La Biblia.

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Esta canción♫♪  ''AYER'' acompaña lo que leíste en la reflexión 

15/08/2020

 JESUS COMO NUESTRO WAZE

Para empezar quiero que busques tu Biblia, o sino tenes una en internet, el siguiente texto Jonás Capitulo 1 y leelo.
 

Que impactante historia la de Jonás, buscando huir de lo que Dios quería hacer con su vida  ni en lo más profundo del mar dentro de un gran pez pudo escapar o esconderse de Dios, toda esa terrible situación que vivió fue a causa de sus propias decisiones, porque sin dudas no era el plan de Dios que el pasara por todo esto pero sin embargo, Dios uso todo lo que Jonás tuvo que vivir para que aprendiera una valiosa lección y para poder finalmente cumplir con el propósito que tenía para él.

A veces estamos huyendo del llamado de Dios, y nos vamos hacia otro lado, pero El en su misericordia corregirá nuestro camino y nos reencauzará en nuestro propósito nuevamente.

Yo sé que muchos saben de lo que hablo, saben que tienen algo que hacer para Dios, pero los han herido, lastimado, golpeado y ya no quieren saber nada. Pero Jesús quiere REDIRECCIONAR tu vida como un WAZE (es una aplicación social de tránsito automotor en tiempo real y navegación asistida por GPS), para que vuelvas a tu propósito para el cual fuiste creado.

NO VAS A PODER HUIR DE LO QUE DIOS QUIERE HACER CON TU VIDA PARA SIEMPRE…

Porque el que empezó la buena obra en ti la va a terminar, no te irás de esta tierra sin cumplir la misión que Dios puso en tu corazón.

Para terminar volvamos a la historia de Jonás… ¿Te imaginas estar 3 días lleno de algas, atrapado, oliendo a pez muerto y aun así estar esos 3 días como un testarudo sin reconocer a Dios? Pero finalmente llegó ese momento. En algún momento de nuestras vidas, llegaremos al punto de quiebre de nuestro llamado donde le diremos al Señor: “aquí estoy, ya no quiero escapar más de lo que quieres hacer con mi vida, estoy dispuesto a seguirte”.

La oración de Jonás dentro del pez: (Jonás Capitulo 2)

Entonces Jonás oró al Señor su Dios desde dentro del pez, diciendo: «En mi angustia clamé a ti, Señor, y tú me respondiste. Desde las profundidades de la muerte clamé a ti, y tú me oíste. Me arrojaste a lo más hondo del mar, y las corrientes me envolvieron. Las grandes olas que tú mandas
pasaban sobre mí. Llegué a sentirme echado de tu presencia; pensé que no volvería a ver tu santo templo. Las aguas me rodeaban por completo; me cubría el mar profundo; las algas se enredaban en mi cabeza. Me hundí hasta el fondo de la tierra; ¡ya me sentía su eterno prisionero! Pero tú, Señor, mi Dios, me salvaste de la muerte. Al sentir que la vida se me iba, me acordé de ti, Señor;
mi oración llegó a ti en tu santo templo. Los que siguen a los ídolos dejan de serte leales; pero yo, con voz de gratitud, te ofreceré sacrificios; cumpliré las promesas que te hice. ¡Sólo tú, Señor, puedes salvar!» Entonces el Señor dispuso que el pez vomitara a Jonás en tierra firme.

                                                                                                                

Jonás tuvo su punto de quiebre: tardó 3 días y 3 noches para que su alma se quebrara y regresara a su llamado. Dios lo re direccionó y lo puso frente a su verdadero plan. Y le volvió a dar su tarea, su llamado: “ve a Nínive”, a dar las buenas nuevas.

Somos enviados a compartir ESPERANZA y BUENAS NUEVAS.

Las personas, e incluso nosotros mismos estamos cansados de malas noticias, de quejas, y de escuchar que todo va a empeorar y nada mejorar, así que nuestro primer llamado es compartir esperanza, esa que solo se encuentra en Jesús, compartir su amor y su amistad, y además de esto cada uno tiene un plan especial apartado por Dios, tu trabajo y tu misión es acercarte a él y descubrirlo, no es tarea fácil pero sin dudas vale la pena vivir por lo que Dios quiere.

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22/08/2020

 sueños rotos

¡Qué año 2020 más especial! Seguramente todos teníamos nuestras metas y sueños preparados con mucha ilusión y de repente todo lo que había en nuestro corazón se cayó. Estoy seguro de que estaremos pensando que en este año ya no lograremos grandes cosas, lo que teníamos planificado se perdió, ya no sabemos qué más hacer. De alguna forma sentimos que los sueños no se lograrán, el negocio no mejorará, el viaje que deseamos hacer no se cumplirá, el auto que queríamos ya no lo tendremos. Es una sensación de que todo terminó, y no hay nada más que hacer. Pero siempre hay una palabra de esperanza de parte Dios para nosotros.

Nunca te darán un trofeo si no has jugado el partido.

Vuelve a soñar, solo terminó el primer tiempo del partido. Mañana empieza el se­gundo tiempo y nos toca remontar. El año no termina, su favor no se acaba, son nuevas las misericordias de Dios cada mañana. “Señor, delante de ti están todos mis deseos, y mi suspiro no te es oculto”. Salmos 38:9 Para Dios nuestros sueños son importantes. Hoy te invito a conocer la historia de un joven al que se lo conoce como: José el soñador.

 

José tuvo 2 sueños que reflejaban que su familia se inclinaría ante él a darle reverencia. Él pensaba que ese era su sueño, pero no, llegaría a un punto de quiebre para que entendiera qué era lo que Dios le había puesto en el corazón.

 

1. Cuando cuentas tu sueño, desafías el estado de comodidad de las otras personas e incluso en algunos casos puedes generarles envidia.

 

“Se dijeron unos a otros: ahí viene ese soñador. Ahora sí que le llegó la hora. Vamos a matarlo y echarlo en una de estas cisternas, y diremos que lo devoró un animal salvaje. ¡Y a ver en qué terminan sus sueños!” (Génesis 37:19-20). Los hermanos lo venden pero Dios le da gracia y llega a ser el principal de la casa de Potifar (uno de los principales asesores del Rey). La Palabra nos dice que Dios bendijo la casa de Potifar por causa de José, porque todo lo que tocaba, Dios lo bendecía. José seguramente pensó: “se cumplió el sueño, soy todo un señor”. Igual que nosotros este año, pensábamos que este era nuestro año, pero llegó el coronavirus.

 

2. Los sueños de José se murieron al ser enviado a la cárcel por culpa de la mujer de Potifar. Él pudo pensar: “bueno, fue bueno mientras duró, pero ya de aquí no vuelvo a salir”, pero Dios lo hizo prosperar ahí también.

 

Cuando Dios decide bendecirte nada lo puede parar. El sueño de José parecía un sueño roto, pero Dios seguía con él, porque tenía su favor. Lo estaba llevando a su punto de quiebre. La Biblia dice en Génesis 39:20b-21 que «aun en la cárcel el Señor estaba con él y no dejó de mostrarle su amor». José se ganó con facilidad la confianza del guardia de la cárcel y este lo puso como encargado de todos los prisioneros y de todo lo que se hacía allí. “Como el Señor estaba con José y hacía prosperar todo lo que él hacía, el guardia de la cárcel no se preocupaba de nada de lo que dejaba en sus manos”. (Génesis 39:23). Una vez más, tal y como había sucedido con Potifar, José vio cómo Dios le daba gracia ante los ojos de la persona encargada.

 

Nunca pierdas tu identidad y tu llamado a pesar de que tu sueño esté encarcelado o en un oscuro pozo. Cuando menos esperanza tengas, más debe crecer tu confianza. Dios lleva a José a ser el principal de Egipto. Sus hermanos llegan a inclinarse ante él como su sueño, pero Dios tenía algo más grande para José.

 

Los planes de Dios siempre serán mejores que nuestros planes. Ya no quiero pensar en mis sueños, quiero pedirle a Dios que me muestre sus planes para mí. Tal vez nuestros sueños tendrán ahora un nuevo significado, no solo pensar en nosotros sino en los demás, y decirle a Dios: “Señor, ahora te entrego mis sueños para hacer tu voluntad”. Es muy probable que lo que te haya tocado vivir en el pasado, sea para bendecir a quienes te rodean.

 

Para conocer el final de la historia de José te invito a que leas Génesis 45:1-14

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29/08/2020

 REFUGIO EN MEDIO DEL CAOS 

¡El mundo parece un caos! Los medios de comunicación nos hacen ver, escuchar e incluso sentir el dolor de la gente que sufre en tal o cual catástrofe. Nuestro corazón se llena de tristeza al enteramos de lo ocurrido, tanto que a veces llegamos a preguntarnos por qué pasan cosas así. ¿Acaso Dios no cuida de los seres humanos? ¿Sera que primero nos creó y luego nos abandonó a nuestra suerte?

Para intentar comprender las cosas siempre es bueno ir al principio, encontrar las causas por las que todo está así. Y en el caso de nuestro planeta y todo lo que pasa con la humanidad nos ayudaría muchísimo descubrir cuál fue el plan original de Dios y por qué las cosas llegaron a estar tan alteradas.

Puedes leerlo en el libro de Génesis: la Tierra, la naturaleza, todos los seres vivos y el hombre y la mujer eran perfectos. Todo funcionaba a las mil maravillas. El trabajo principal era cuidar de la creación, convivir pacifica mente con el medio ambiente sin dañar, sin causar perjuicios. Pero todos conocemos lo que vino a continuación, los primeros seres humanos decidieron no hacer caso a las instrucciones del Creador, prefirieron seguir sus propios deseos, y a partir de ahí todo quedo torcido.

Las catástrofes provocadas por la naturaleza y, por supuesto, las causadas por errores humanos, son consecuencia (directa o indirecta) de la alteración que sufrió el planeta desde el origen del pecado.

A partir de la muerte y resurrección de Jesús empezó una nueva etapa en el mundo. Las personas que deciden creer en él y poner en práctica sus enseñanzas se unen a su misión de cuidar y mejorar el mundo con pasión, responsabilidad y compromiso, además de amar al prójimo y sumarse a toda iniciativa por ayudar y consolar a quienes sufren cualquier tipo de catástrofe, enfermedad o problema.

ORACIÓN: Señor, gracias por tu creación y por darnos la responsabilidad de cuidarla. Ayúdame a cuidar mi planeta y ser responsable con cada cosa que haga, no quiero ser parte de quienes arruinan tu creación. Por favor, sana nuestra tierra. Hay tanto dolor en el mundo, tanta gente que sufre. Te pido que podamos conocerte a ti y vivir con tu esperanza, sabiendo que nos amas y quieres transformar nuestro corazón. Que cada persona en este mundo pueda encontrar esperanza en ti. Mira el sufrimiento de tantos alrededor del mundo y ayúdame a compartir tu amor. Amén

“El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: «Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!» Sólo él puede librarte de trampas ocultas y  plagas mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo!” Salmos 91:1-4

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12/09/2020

 TU VERDADERA RAZÓN DE SER…

Josué y Daniela estaban en su primer y segundo año de Universidad, respectivamente. Ambos decidieron estudiar la carrera que su padre había estudiado, querían ser contadores. Daniela era retraída y dedicada, recién estaba comenzando su segundo año y apenas se empezaba a relacionar con algunas personas y a tener amigos. Josué, por su parte, era muy sociable y, a pesar de apenas tener unas semanas en la universidad, ya conocía a más personas que su hermana.

El Director de la Universidad en turno fue compañero de clase de su padre, por consecuencia, los conocía desde pequeños. Un día, al encontrarlos por el pasillo, les dio un interesante consejo: si hoy nos dedicamos, mañana podremos disfrutar, “primero hay que trabajar para después poder disfrutar”.

Josué, quien comenzaba a ser el alma de todas las fiestas, quien estaba descuidando bastante sus estudios y de a poco se estaba desviando de su objetivo salió de ahí pensando... considerando lo que debía hacer e imaginando el futuro.

Si vos fueras Josué, ¿cómo te sentirías?¿Qué riesgos puedes evitar si obedeces el consejo y guía de personas con más experiencia?

Muchas veces te habrá pasado, a mí me pasó, que nos cuesta enfocarnos, nos ponemos a hacer algo pero muy fácilmente nos distraemos, nos desviamos del objetivo, y esto no solo pasa con pequeñas acciones diarias sino que hay quienes se pasan gran parte de su vida dando vueltas, viendo qué hacer, para qué son realmente buenos, buscando ese “propósito de vida”, pero al mismo tiempo solo quieren pasarla bien y comenten el error de buscar en los lugares equivocados esas respuestas,  recuerda el consejo del director  “primero hay que trabajar para después poder disfrutar”, podes aplicarlo a cualquier área de tu vida, si quieres llegar a ser una persona realizada tendrás que comenzar a esforzarte por lograr metas y objetivos claros, pero ahí está el problema ¿qué metas y objetivos tenemos? ¿Te pusiste a pensar qué querés lograr en la vida?

Te invito a que busques en tu Biblia Hechos 9: 1-18  ¿Quién es Pablo?

Una impactante historia sobre cómo Jesús tiene un plan específico para cada persona, no importa quien seas, lo malo que creas que sos, donde estés, que situación económica tengas, nada, si te dejas trasformar por Él, como lo hizo Pablo. Al igual que Josué, de la historia que leímos al principio, Pablo estaba bastante desviado, perdido y sin rumbo, necesitaba que alguien como el director lo hiciera volver al camino, en su casa fue el mismo Jesús quien encausó su vida al verdadero propósito. Jesús quiere darle a tu vida un verdadero sentido, hacerte una persona plena, para que cumplas eso para lo que fuiste creado, pero no te prometo que sea fácil, si seguís leyendo la historia de Pablo, para él sí que no fue nada fácil, como decimos acá “pasó las mil y una”, pero nada de eso se compara a la satisfacción de estar haciendo eso que es “lo tuyo”, eso para lo que fuiste hecho, recuerda el consejo  “primero hay que trabajar para después poder disfrutar”, aun si ese disfrutar ni lo sentimos en vida, pero será disfrutando de la vida eterna que Jesús nos regala después de la muerte si somos sus hijos.

¿Sabes quién sos en Jesús?
 

Primero deberías preguntarte… ¿Sos de Jesus? Es decir, ¿Estas seguro de quién sos en Jesús, acerca de cuál es tu  propósito en Él? Para Pablo estaba muy claro, ¿lo está, también para vos? Dios nos ha hecho sus hijos al creer en Él, nos ha llamado a tener una identidad clara en Él. Por ejemplo, si te contratan como gerente de una empresa, tu atuendo, vocabulario, atribuciones, responsabilidades, privilegios y beneficios, no son iguales al del resto; son acorde a tu rol. Cuando somos de Cristo es igual, nuestra identidad está en Él, en su reino. Nuestro comportamiento, nuestras responsabilidades y privilegios son distintos a los que teníamos antes de conocerle. ¿Tienes clara tu identidad en Dios?  

Te animo a leer más la Biblia para conocer acerca de lo que significa ser de Jesús.

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19/09/2020

 NO HAY UNO SOLO 

Rebeca es una chica de 13 años, vive con sus dos padres y sus dos hermanos. Sus padres no son cristianos, sin embargo, se han esforzado en educar y disciplinar a Rebeca lo mejor posible. Ella es una estudiante sobresaliente, sus maestros la tienen como una señorita muy dedicada a sus estudios y con una conducta con muy buenos principios morales. Carla es cristiana y amiga de Rebeca. Carla le comparte a Rebeca el plan de salvación; le dice su condición de pecado y su necesidad de perdón. Sin embargo, Rebeca le dice: “yo no hago nada malo, no le he hecho daño a nadie, no tomo bebidas alcohólicas, no he tenido novio, no he robado, soy muy obediente con mis padres por lo cual me considero una buena persona”.

Lo que llamamos “naturaleza humana” es algo muy complejo de explicar, y los más grandes filósofos aún debaten sobre el tema. Pero la verdad es que hay una constante en la humanidad: todos compartimos nuestra facilidad por fallar, por perder la perspectiva del amor, somos fácilmente egoístas, perdemos los estribos cuando nos emocionamos y al mismo tiempo queremos mantener el control sobre cosas que jamás estarán en nuestro control. Nadie, sino Dios, es absolutamente libre, decía Hegel. El gran Shakespeare dijo: “En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser”. Cuántas cosas no hemos perdido en la vida por aferrarnos a otras que, después de todo, no valían la pena.

Antes que Shakespeare, el Apóstol Pablo  (sobre quien venimos hablando hace un par de sábados) entendía muy bien esta corrupción a la que nuestro corazón está sometida y hace una confesión de humildad: No por ser judío, ni por ser preparado, ni por su estatus social, era mejor que todos los demás.

 

Imaginemos que somos unos jueces y estamos juzgando si la naturaleza humana es pura o impura, buena o mala, si es culpable o inocente de su propia desgracia. Romanos 3 (búscalo en tu Biblia y léelo) presenta en el “estrado” una serie de evidencias. Estas premisas planteadas por Pablo se parecen mucho a las planteadas en Génesis antes del diluvio:

Evidencia 1. Nadie busca a Dios.

¿Qué significa “buscar” a Dios? Aunque en esa época había muchos religiosos y él mismo era uno de ellos, la evidencia que Pablo presenta es que aún los judíos, los más religiosos, los que observaban la ley, no buscaban a Dios auténticamente y en el fondo de su corazón estaban siempre reprobados. Kant decía que un acto puede ser juzgado bueno o malo, si su intención era buena o mala. Pero ¿quién puede juzgar las intenciones profundas del corazón?

Evidencia 2. Todos se desviaron y corrompieron al menos una vez.

Ningún ser humano, a excepción de Jesucristo se ha mantenido siempre en el “camino” de la justicia y de la bondad. La misma sociedad ha creado sistemas basados en la corrupción, en la compra de voluntades, en el robo, en la lujuria y la avaricia. En ese sentido todos somos culpables de haber roto todos y cada uno de los 10 mandamientos. 

Premisa 3. Ausencia de “bondad” al menos una vez en nuestras vidas.

Como si la maldad no fuera suficiente evidencia, la ausencia de bondad nos lleva a pensar que un delito no solamente se comete al hacer algo prohibido, sino también puede juzgarse un acto por “omisión”, es decir algo que debió haberse hecho y no se hizo.

 

¡No hay uno solo!

Lee Salmos 14:1-3. La Biblia afirma que todos se desviaron, no hay quien haga bien, no hay ni siquiera uno. Esto aplica a toda la raza humana, con la única solución que es Cristo y lo que Él hizo en la cruz. Nos habla de una naturaleza humana que busca y se le facilita hacer lo malo.

¡No hay ni uno solo que sea justo! Esta es una verdad que debemos dar a conocer. En primer lugar, debemos reconocer que necesitamos de una fuerza y poder exterior a la nuestra para transformar esa naturaleza pecaminosa (que nos lleva a actuar, pensar o decir cosas malas el 80% de las veces ante cualquier situación) si sos 100% sincero lo reconocerás, y nadie puede afirmar que no necesita la salvación porque no haya hecho nada malo, porque la Biblia nos dice que no hay ningún justo, todos somos pecadores. Todos necesitamos de la ayuda de Dios y el Espíritu Santo para convencernos de nuestra condición ya que, no hay nadie quien entienda y busque a Dios por su propia cuenta.

A veces creemos que porque todo el mundo lo hace tenemos la excusa para nosotros hacerlo, sin embargo, Dios tratará con cada uno individualmente. Comienza a tener una relación personal con Él, reconociendo en primer lugar que lo necesitas, necesitas su perdón, y su amor.

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26/09/2020

 ¿Esto es justo? 

Hoy ustedes son los jueces de los siguientes escenarios:

  • Tus padres hacen un trato con vos y tu hermano. Le comprarán el videojuego que cada uno ha pedido a quien haga más tareas en casa durante un mes. En la cocina tienen el listado que definirá el ganador. Vos te esforzas y haces el doble de tareas que tu hermano. Al final del mes, los dos reciben el premio, aunque vos te esforzaste el doble. ¿Esto es justo?

  • En la escuela les pidieron hacer un trabajo en grupo de matemática y te tocó con el chico que menos atención pone. Sabiendo esto, te esfuerzas por ayudarlo, pero al ver que no le interesa, decides sudar la camiseta y hacer el trabajo por los dos. Al final, tu trabajo es el mejor de la clase y deciden premiarlo. El premio lo debes compartir con el chico que no hizo nada. ¿Esto es justo?

  • La profesora los deja a vos y a tus compañeros solos la mitad de la clase por lo que ustedes deciden hacer una guerra de papeles. En medio de la batalla, el director de la escuela entra al salón. De inmediato les pide que recojan el desorden que han provocado. Pregunta quién inició con el juego. Como nadie asume la responsabilidad, hará un sorteo para castigar a uno por todo el salón. Fuiste elegido vos. ¿Esto es justo?

¿Fueron justas estas decisiones? ¿Por qué?

 

Constantemente estamos en el papel de jueces cuando vemos a alguien fallar en algo, consideramos injusto que muchos se salgan con la suya a pesar de que no deberían. Pero nosotros también estuvimos del otro lado, siendo culpables y no merecedores del perdón, sin embargo, encontramos bendición inmerecida muchas veces.

Gracias a Dios que nuestra salvación no consiste en lo que hacemos. Romanos 3:23 nos aclara que todos somos pecadores. Por muchas buenas acciones que hiciéramos, tarde o temprano seríamos descalificados por algún pecado que cometamos. Es por eso que la justicia de nuestra salvación no viene de nuestro criterio sino del único perfectamente Santo y Justo: Dios. Él nos justifica por amor y gracia a través de Jesús.
 

Celebremos que, ante el juicio más importante de nuestra eternidad, Jesús es nuestro Abogado y

Salvador. Él anuló la condena de nuestro pecado con una bondad que no merecemos. Fuimos declarados justos y la mejor respuesta que podemos dar, es que, con nuestras acciones, nuestras vidas hablen de darle gloria a Él, eternamente.

-En primer lugar, podemos saber que somos amados incondicionalmente. Estaba en sus planes rescatarnos, sin importar que el costo fuese muy grande. Efesios 1:5-8 (Podes buscarlo en tu Biblia) nos recuerda la magnitud de este amor.

-Segundo, tener presente que el perdón eterno de nuestros pecados nos da identidad. Somos hijos, somos el pueblo de Dios. Tener presente la obra de Cristo en nosotros nos da libertad y la fe en Jesús nos da confianza de que siempre estaremos unidos a Él. (Podes buscar en tu Biblia Efesios 1:17-20, Romanos 8:35-39).

-Y tercero, el perdón que nos fue dado, nos da seguridad para avanzar por la vida (1 Juan 4:18 buscalo en tu Biblia) siendo testigos de Jesús en el mundo (2 Corintios 2:14-15 buscalo en tu Biblia), y entonces nuestras “buenas acciones” no serán una carrera sin fruto por querer ser salvos, sino una vida de fruto que refleje el amor de Jesús con todos los que nos rodean.

“Predica todo el tiempo y si es necesario habla…”

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3/10/2020

 NUESTRO PROPIO IRON MAN 

Alerta spoiler 👀 ⚠️ ¿Recuerdan Avengers Endgame?, ¿quién se sacrificó (o justificó) al final de todo para que las cosas regresaran a la normalidad?

Fue Iron Man. Tony Stark quien es el personaje que hace de Iron Man (actuado por Robert Downey Jr.), finalmente tiene una familia, es esposo, es padre y trata de corregir lo pedante que en las películas anteriores demostró ser. Cualquiera hubiera dicho: ¡bien, al fin! Tony podrá ser un buen ser humano, pero la historia cambia cuando tiene que morir por salvar a la humanidad y evitar que el malvado (Thanos) haga de nuevo de las suyas. ¿Se te hace familiar esta historia?

La Biblia nos relata una historia fascinante que no es sobre Iron Man. Es Jesús quien  nos justifica, no solo una vez, sino constantemente. Esta historia de la Biblia no queda en ficción como los Avengers, más bien es una realidad existente hoy en día.

 

Definamos qué es la justificación: justicia, estatutos, juicio, una ordenanza, una sentencia de absolución o condena, una obra justa. De todas las opciones vamos a quedarnos con una… “una obra justa”.

Ahora te invito a buscar en tu Biblia y leer Romanos 5:12-21.

Estos versos encierran una interesante comparación de la muerte y la vida. Por un lado, está Adán, por medio de quien entró el pecado al mundo. ¿Te imaginas un mundo sin pecado? ¿Cómo sería? Pero el ser humano toma sus decisiones y muchas veces esas decisiones no son las mejores, como en el caso de Adán, que decidió desobedecer una instrucción dada por Dios. La verdad es que, a estas alturas, la humanidad hace muchos años debió ya ser destruida, pero Dios nuestro Padre nos quiso dar una opción invaluable. Nos envió a su Hijo para que de la muerte pasáramos a vida eterna por medio de Él.

¿Recordas la definición de justificación que elegimos? “Una obra justa”.

Es por medio de esa obra justa llamada Jesús, que somos perdonados. ¡Somos declarados justos! ¿Quién se considera justo? Yo soy el primero antes que ustedes que no me considero justo. “Por más culpables que seamos por nuestros pecados, ante los ojos de Dios somos justos”.  La fórmula para ser justificados es tan sencilla pero a la vez tan valiosa: Recibir a Jesús en nuestro corazón, el regalo perfecto que nuestro Dios Padre nos dio.

No hay pecado tan grande que podamos cometer que Jesús no pueda justificar. Cuando Jesús estaba en la cruz, a su lado había dos “delincuentes” como diríamos nosotros hoy. Uno se enfocó en acusarlo, en desafiarlo a que bajara de la cruz si era el hijo de Dios. El otro, con su último aliento y a punto de morir dijo: “Jesús acuérdate de mí cuando estés en tu reino”. Jesús le prometió que ese mismo día iba a estar con Él en el paraíso. No hay pecado tan grande que cometamos que Jesús no pueda justificar.

Tony Stark se sacrificó por la humanidad, aunque quizá muchos humanos no merecían otra oportunidad. A pesar de que la causa de Thanos parecía la correcta (equilibrar el universo), Tony decidió “justificar”, “hacer una obra justa” por todos. Tony Stark y Avengers pertenecen a una película de ficción; pero lo que acabamos de ver en la Palabra de Dios que es 100% real.

 

No se trata de lo que yo soy ni de lo que hago, se trata de lo que Jesús hizo. Es por eso que tú y yo hoy podemos ser declarados inocentes (justificados) por medio de Él.

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10/10/2020

 Endeudado y embargado…

Imagina que durante muchos años viviste endeudado. Tu vida era una miseria porque no te alcanzaba para nada: debías la luz, el gas, la electricidad, las compañías de tus tarjetas de crédito llamaban todo el tiempo y estaban a punto de embargarte todo lo que tenías… Inclusive habías sido demandado por estafa y estabas esperando simplemente la sentencia para ir a la cárcel. En medio de esto aparece el hijo del dueño de todas estas compañías y dice… por favor, trasladen todas estas deudas a mí. De un momento a otro apareció en los principales diarios del país los titulares “Hijo del hombre más poderoso del país es enjuiciado por numerosas deudas y estafas”… Fue un escándalo, muchos se burlaban de esta situación, lo señalaban como farsante y pedían a gritos la condena ante tal irresponsabilidad. Fue encontrado culpable… claro, todo lo que vos debías era tan evidente que no existía manera de decir que no era así. Él pagó la condena y además pagó absolutamente todo lo que se debía. Las deudas ahora saldadas dejaron de existir, y él salió completamente limpio porque decidió cancelar todo lo que vos debías. Su identidad sigue intacta. El hijo del hombre más importante del país te busca y te dice: ya no existen más las deudas. Ahora tu parte es reconocer que gracias a él tenes la oportunidad de no endeudarte nuevamente y vivir diferente. Las deudas que tuviste en el pasado no van a determinar tu futuro porque el hijo del hombre más importante del país ya las pagó, sin embargo, la decisión de honrar ese privilegio manteniendo una vida nueva, diferente y sin deudas  es la evidencia de si aceptaste o no lo que él hizo por vos.

Quiero invitarte ahora a que busques en tu Biblia y leas Romanos 6:1-11.

Esto suena difícil de comprender pero, trataré de explicarte un poco mejor qué quiere decir…

Cuando Jesús muere en la cruz toma nuestro lugar, el lugar que nosotros merecíamos por nuestros pecados, pero no se quedó ahí, al tercer día Él resucita y así vence a la muerte, por eso al aceptarlo como nuestro único Salvador él nos regala vida eterna porque ya pagó el precio por nuestros pecados y así el día que muramos podremos disfrutar de la vida eterna. Ahora si todo esto es así, tan sencillo, porque entonces hablamos de bautismo si con aceptarlo en nuestro corazón ya está, es cierto, cuando Jesús viene a vivir a nuestra vida ya tenemos el “pase” al cielo pero, el bautismo es un acto de obediencia, es una demostración pública de nuestra fe, es nuestra manera de decir simbólicamente que nosotros “morimos” al pecado y “nacemos” a una nueva vida. Muchas parejas dicen “nosotros sabemos que nos amamos y con eso alcanza” claro que sí pero al casarnos como se debe estamos comprometiéndonos públicamente y de verdad con la otra persona y no solo de palabras, el tema es que la palabra compromiso es una palabra que asusta a la mayoría de las personas en estos tiempos, “puede ver este producto sin compromiso, puede visitarnos sin compromiso, estamos juntos sin compromiso,” en fin, usamos esta palabra para demostrar que no estamos OBLIGADOS a algo, pero la mayoría ignora los beneficios que obtenemos al estar comprometidos.

Dios quiere que nos comprometamos con él, que veamos no solo sus bendiciones y las cosas que podemos obtener de él, sino que toda nuestra vida refleje a Jesús, que vivamos agradecidos por lo que él hizo por nosotros en la cruz y decidamos jugarnos por Él, vos y yo estamos cansados de personas falsas, personas que no se comprometen con nada, en las que no podes confiar, que si te dicen que van a ir las esperas a medias porque ya sabes que te pueden fallar, así que no seamos de esos, seamos personas jugadas, que arriesgan el todo por el todo por Jesús.

Hoy es el día perfecto para que te pongas las pilas, si todavía no te decidiste por Jesús ¿Qué estas esperando? Y si ya lo hiciste… ¿Qué estas esperando para dar el siguiente paso y demostrar públicamente que te jugas al 100% por Jesús a través del bautismo? Pensalo…

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17/10/2020

 ¿Estás seguro?

¿De qué cosas podemos estar seguros mientras caminamos en este mundo?

No hay nada de lo que podamos estar completamente seguros. Hoy tú puedes ser joven, pero no puedes asegurar que llegarás a viejo. Un día estamos todos bien, y de pronto viene una pandemia global que nos tiene a todos encerrados en casa.

En realidad no estamos seguros de nada en esta vida ni de lo que pueda suceder con nosotros. Claro que tratamos de vivir de manera que nada malo nos ocurra, alejarnos de vicios y cosas que nos puedan enfermar, vivir una buena vida con valores morales y haciendo bien a otros, pero ni siquiera eso garantiza que nunca nos suceda algo no planeado.

Y no, no queremos que nada malo nos suceda, pero a veces sucede, así que no podemos garantizar lo que pueda suceder en el futuro.

Sin embargo, la Biblia nos dice que hay cosas de las que sí podemos estar seguros.
 

Te invito a buscar en tu Biblia y leer (Romanos 8:28-39)
 

Aquí sabremos que hay varias cosas de las que sí podemos estar seguros indiscutiblemente.
 

1. Dios hace que todo pueda ser usado para nuestro bien
 

¿Cómo sabemos que así sucederá? Solo porque Él nos conoció desde antes de que naciéramos, incluso antes de que el mundo fuera creado, y así como nos conoció también puso un destino eterno en nosotros. Como nos conoce, también nos garantiza ese destino para el que fuimos creados.

En fin, todo lo que nos pueda suceder, aunque parezca muy malo, Dios lo puede usar para nuestro bien. Aún las cosas más fuertes como la muerte de alguien que amas o una enfermedad grave, todo eso puede ser usado para nuestro propio bien. No siempre lo vemos mientras estamos atravesando la tormenta, pero siempre lo veremos al final de todo y es algo que debemos recordar. Dios no nos promete que nunca nos pasará nada malo, pero sí promete que siempre estará con nosotros.

¡Estamos eternamente seguros en Él!      

           

2. Nada nos puede apartar del amor de Cristo

El sufrimiento, la enfermedad, la angustia, la pobreza, ni las amenazas de muerte. Ninguna de estas cosas ni ningún abatimiento que la vida nos ponga nos podrá separar del amor de Cristo. Ni la muerte, ni la vida misma, ni ángeles, ni demonios, ni ningún ser en los aires, en la tierra o debajo de ella nos podrá separar del amor de Cristo. Ni pasado, ni futuro, ni ninguna cosa en lo alto ni en lo profundo, ni ideas, ni filosofías, nada nos podrá separar del amor de Cristo.

Podemos hacer una larga lista de opciones y jamás encontraremos algo que nos pueda separar del amor de Cristo que es eterno y confiable. Su amor no mira nuestros errores ni defectos, no mira nuestro futuro ni nuestro pasado, su amor es incondicional y jamás desaparecerá. Ni siquiera el futuro que pudiera traernos cualquier clase de cosas, puede separarnos de su amor.

¡Estamos eternamente seguros en Él!               

        

El que hayas nacido y estés en este mundo no es ninguna casualidad, Dios te creó con un propósito especial, apartado y escogido por Él, porque te ama incondicionalmente, y si hay algo de lo que podes estar 100% seguro es que TE AMA, y nunca va a dejarte solo, te acepta y quiere que vos también lo hagas.
 

“El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.” 1 Juan 4:10

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24/10/2020

 ESE MIEDO QUE ME PARALIZA

Comenzamos diciendo que “El miedo es tan antiguo como la raza humana, ha estado con nosotros casi desde el principio, y digo casi porque en el diseño original no fue así”.

  • Pero, ¿Qué es el miedo? ¿Cómo podríamos definirlo? “La palabra miedo proviene del latín y se trata de una alteración del ánimo que produce angustia ante un peligro real o imaginario”.

  • Se utiliza la palabra miedo para la idea de que algo malo les pueda ocurrir a nuestros seres queridos o a nosotros mismos. Ejemplo:

– “Me da miedo la muerte”

– “Cuando me quedo sola/o en casa siento miedo no sé de qué”

– “Me da miedo esa persona”

Ahora bien, el miedo es también un mecanismo de defensa que nos puede librar de peligros reales: Un accidente de tránsito, un mal negocio, un asalto, una comida intoxicada.

El miedo, por tanto, no es malo cuando actúa a nuestro favor, pero es tremendamente dañino cuando no nos permite disfrutar la vida que Dios diseñó para nosotros. Y de ese tipo de miedo es que quiero hablarles hoy, del miedo que nos paraliza, que no nos deja avanzar, el miedo que nos mantiene estancados, atados, intimidados…

 El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? (Salmos 27:1).

Este salmo fue escrito por David, el momento exacto en el que lo escribió no lo sabemos, pero hay dos posibilidades:

  • Lo escribió cuando era joven: Antes de ascender al trono como rey, cuando Saúl y su ejército lo perseguían para matarlo.

  • Lo escribió cuando era viejo: Este salmo es un resumen de las dificultades que debió enfrentar en toda su vida y cómo Dios lo rescató de cada adversidad.
     

CÓMO VENCER EL MIEDO

1. Enfrenta tus Miedos con la Palabra de Dios:

La lectura de la Biblia es por lejos el mejor antídoto contra el miedo, ¿saben por qué? porque es un libro que transmite paz, esperanza, fe, valor, y sirve para contrarrestar el temor, la angustia, y el miedo.

Te dejo un par de versículos que puedes leer para estos momentos Mateo 14:27, Mateo 10:24-33,
Deuteronomio 31:6, Juan 14:1.

 

2. Trata de controlar tus pensamientos:

Muchos de nuestros miedos son pura imaginación, ¡fantasmas que deambulan por los sótanos de nuestra mente arrastrando cadenas!, y lo peor de todo es que decidimos creer en esos fantasmas que en verdad no existen. Son temores que nosotros inventamos y que nuestra mente se encarga de alimentar. ¿Qué hacer? Llenar nuestra mente con los pensamientos correctos y someterlos a Dios, ¡aprendamos a domesticar nuestra mente! (no le des permiso a los temores para que entren a tu vida).

Podes buscar Proverbios 4:23, Filipenses 4:8, 2ª Corintios 10:5.
 

3. ¡Actúa en Fe!:

El miedo tiende a paralizarnos, por lo tanto una solución efectiva es hacer justamente lo contrario: ¡Movernos a pesar de que tengamos miedo! ¿Acaso David no tuvo miedo de enfrentarse al gigante? ¡Claro que sí! Pero igual lo atacó. ¿Será que Jesús no tuvo miedo al saber la muerte que iba a sufrir? ¡Absolutamente! Pero aun así murió en la cruz. El miedo es parte de nuestra naturaleza, pero no por eso nos quedaremos “debajo de la cama esperando que pase el peligro”. Debemos movernos de nuestro sitio a pesar que la mente y el cuerpo digan lo contrario, a eso es lo que llamamos fe: 

Te invito a buscar Hebreos 11:6, Marcos 11:22-23, Hebreos 11:1.

 

Y recuerda, Dios prometió estar con nosotros para ayudarnos, animarnos y protegernos.

No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa. (Isaías 41:10).

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31/10/2020

  ''ESTA LUZ…BRILLA!!!"  

Este mes de octubre estuvimos hablando mucho acerca de la “oscuridad” sobre qué representa y como está en todas partes. Hablamos sobre películas y programas de terror, juegos de terror, miedos y si queres saber más te invito a que leas los blog semanales del mes de Octubre.
 

En una oportunidad Jesús dijo la siguiente afirmación: "Yo soy la luz del mundo". Seguramente lo dijo porque sabía que el mundo vive en oscuridad y necesita luz y la oscuridad es la ausencia de ella, puede significar varias cosas.

En primer lugar la oscuridad “normal” la inevitable, cuando llega la noche y se esconde el sol, cuando desconocemos algo y, finalmente lo entendemos es como si fuéramos iluminados, cuando vamos con el auto en la noche y se nos quema un foco difícilmente podremos seguir el camino ya que no podemos ver qué hay delante, podríamos pensar también en un ciego, tiene que aprender a desarrollar mucho más sus otros sentidos para poder saber cómo avanzar en la vida ya que sin la vista será bastante complicado, y así podríamos nombrar muchos ejemplos más, vivimos en oscuridad muchas veces sin querer, sin darnos cuenta o sin poder evitarlo y en algún momento u otro esa área de nuestra vida se ilumina y ¡qué bien se siente poder ver y conocer la verdad!

Pero otro tipo de oscuridad es aquella que sí podemos evitar, aquella oscuridad que nosotros mismos buscamos o causamos, cuando ocultamos ciertas cosas por miedo, vergüenza, o porque sabemos que lo que estamos haciendo está mal y como decimos por ahí “no queremos que eso salga a la luz”, cuando buscamos vivir lejos de todo lo que represente la luz para nosotros eso es algo que nos daña y hace que la oscuridad crezca en nuestras vidas y la luz de la verdad disminuya cada día un poco más. 
 

Jesús siguió diciendo… “El que me sigue, no andará en tinieblas".
 

A qué se refería Jesús por "andar en tinieblas". Justamente a lo que mencionábamos arriba en un sentido físico puede referirse a una persona que está ciega (Hechos 13:11), o al momento en que llega la noche y la oscuridad (Mateo 27:45), pero muchas más veces se emplea la frase “andar en tinieblas” en un sentido espiritual acerca de aquellos que no conocen a Dios. Pero estas tinieblas no sólo se encuentran en la mente, también significan una forma de vida alejada de los caminos de Dios.

Jesús llega a nuestras vidas para iluminarlo todo, pero como siempre digo no lo hace a golpes y patadas como cuando alguien entra en una casa tumbando las puertas y tirando todo a su paso, sino que espera con paciencia a que nosotros abramos la puerta y lo dejemos entrar, primero la puerta principal, la de nuestro corazón, y después espera que le abramos cada puertita de cada rinconcito de nuestro corazón para que él pueda iluminar y sanar cada área de nuestra vida. Él quiere llevarnos a un propósito especial y mucho mayor del que nosotros ni siquiera imaginamos, quiere vernos personas sanas y felices, personas llenas de luz y que reflejen esa luz a aquellos que viven en oscuridad, solo espera con paciencia a que le abras cada puerta y te dejes invadir por su amor y su luz.

Te invito hoy a que dejes que Jesús entre a tu corazón e ilumine tu vida, y si esto ya lo hiciste te invito a que pienses ¿Qué áreas en mi vida están en oscuridad? ¿Por qué no dejas que Jesús entre y lo ilumine todo? Tal vez sea un proceso difícil y doloroso pero sin dudas vale la pena ser iluminados por su verdad, llenos de su luz, sanos y amados por Él. Reflejando su luz al mundo entero. 

“Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse.  Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa.  Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.” Mateo 5. 14-16

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07/11/2020

  esToy hArto!! nO PUEDO MÁS...  

Hoy quiero contarte un poco acerca de un hombre llamado Elías, un profeta cuya historia la encontramos en la Biblia, (en los libros de 1 y 2 de Reyes), pasó muchos líos en su vida por defender su fe en Dios, nunca tuvo miedo de lo que podría pasarle si enfrentaba a los hombres que no creían en Dios, su fe era impresionante, pero como cualquier hombre de carne y hueso, Elías tenia emociones, como todos las tenemos y llegaron a su vida momentos de duda, de incertidumbre, momentos en los que se preguntaba… ¿pero si estoy haciendo todo bien, por qué me pasa esto? Pregunta que seguro más de una vez vos te la hiciste…

Muchas veces nosotros, al igual que Elías nos sentimos desanimados. Puede haber diversas situaciones que nos traigan desaliento. Elías le dijo a Dios: “estoy harto, quítame la vida porque no soy mejor que mis padres.” El profeta se sentía mal, se sentía triste, tenía una mezcla de desaliento y de bronca y... ¡quería morirse!

En muchas oportunidades podemos sentirnos como Elías, profundamente desanimados. Las personas reaccionamos de diferentes maneras frente al desaliento. Lo cierto es que cualquiera sea la reacción, todos podemos encontrar ayuda en la Palabra de Dios y en el poder de su Espíritu Santo, El Salmo 142:2-3a nos da la clave para manejar el desánimo y la angustia, dice "Ante él expongo mis quejas, ante él expreso mi angustia. Cuando ya no me queda aliento, tú me muestras el camino.”

En tiempos de desaliento, aférrate a las palabras del Señor, ellas te darán las fuerzas que necesitas,  y recordá que el Espíritu Santo es el que te infunde alegría.

Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas.” Josué 1.9

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14/11/2020

  cambiemos al mundo!!! 

Te conectas a internet, redes sociales, encendes el televisor y ahí están, malas noticias!! Salís de tu casa, caminas por el barrio y lo ves… malestar en la gente, te pones a hablar con tus amigos y pareciera que siempre buscan evadir el presente tan poco esperanzado con charlas poco realistas para olvidar por un rato todo lo que está pasando porque a todos nos pasa… ya nadie quiere hablar más de la pandemia, del barbijo, de clases online, de tareas, de reuniones de zoom, etc. etc... Pero… ¿Está todo perdido? ¿No hay nada más que podamos hacer?

Hay tantas otras cosas que suceden a nuestro alrededor que nos sumergimos en nuestras “propias cosas” y olvidamos ver más allá, mirar como mira Jesús.
 

-Niños que mueren de hambre.

-Corrupción en las personas que gobiernan.

-Discriminación por pensar distinto.         

-Guerras donde sufren inocentes.

-Contaminación, mucha contaminación ambiental.

Y la lista podría ser interminable. Cosas que no tendrían que ser así, y vos sentís ganas de hacer algo, pero al mismo tiempo te preguntas, ¿por dónde empiezo?

Este mes estamos estudiando “héroes de la Biblia” personas normales como vos y yo, que sintieron esto mismo, ganas de hacer algo al respecto sobre la realidad que estaban viviendo, tal vez en ese momento su historia pasó un poco inadvertida pero con el tiempo surgen los resultados, y esas pequeñas vidas hicieron grandes diferencias para lograr cambiar al mundo.

Lo primero y más importante ya lo tenes: el deseo. Algunas personas viven como si no les preocupara nada. Segundo, comenzá con lo que tengas cerca, por ejemplo,  compartir una comida con alguien  que vive en la calle, o comenzá a hablar con ese compañero que nadie habla, que se siente solo. Las cosas que parecen pequeñas pueden ayudar a lograr grandes cambios!

Y en todo momento, que es lo más importante busca hablar con Dios, pedirle su ayuda, que te motive a ser valiente, y no solo a ayudar a los demás sino a compartirles tu fe, a mostrarles porque haces lo que haces que no solo es porque seas una buena persona sino porque hay alguien que nos amó primero, alguien que no dudo ni un segundo es dar su propia vida por vos, ese alguien es JESUS y está esperando toda tu ayuda para lograr cambiar al mundo! 

Entonces oí la voz del Señor, que decía: «¿A quién voy a enviar? ¿Quién será nuestro  mensajero?» Yo respondí: «Aquí estoy yo, envíame a mí.» Isaías 6.8

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21/11/2020

  UN MUNDO ANSIOSO

En la actualidad nos vemos amenazados por un enemigo llamado ansiedad.

Veamos algunos preconceptos instalados en nuestra sociedad:

Lo que la gente cree que es tener ansiedad: • Estar desesperado Tener apuro Querer que algo pase rápido Que es un invento Que te volviste loco Que estás así porque quieres Que solo tienes un mal día.
 

Lo que realmente este tener ansiedad: Preocupación extrema Problemas para controlar el nerviosismo Irritabilidad Cansancio, fatiga Presión en el pecho y dificultades para respirar Dificultad para tragar Insomnio Despertares nocturnos Temblores, tics Dolor de cabeza o estomacal sin motivo aparente Rumiar ideas – pensar en algo sin parar Dificultad para realizar tareas rutinarias como ir a una reunión o viajar en transporte público.

             → ¿Dónde está Dios cuando experimento ansiedad?

Comencemos por una historia de la Biblia que te invito a leer en Marcos 6:45-51
 

             → ¿Qué es lo inusual que hace Jesús?

Jesús entra al bote inestable. Veamos qué pasa un par de capítulos antes:

Marcos 4:35–41

“Pronto se desató una tormenta feroz y olas violentas entraban en la barca, la cual empezó a llenarse de agua. Jesús estaba dormido en la parte posterior de la barca, con la cabeza recostada en una almohada. Los discípulos lo despertaron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?», gritaron. Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las  las:  «¡Silencio! ¡Cálmense!».  De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma.  Luego él les preguntó:  «¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?». Los discípulos estaban completamente aterrados. «¿Quién es este hombre? —se preguntaban unos a otros—.  Hasta el viento y las olas lo obedecen!»”.

Jesús no los deja solos en la ansiedad. Se une a ellos. Él está con ellos.

             → ¿Qué hace que tu bote se sienta inestable últimamente?

Todos nos sentimos ansiosos a veces. Ese nudo en el estómago o un miedo persistente cuando te enfrentas a un desafío, suele ser la respuesta natural de tu cuerpo al estrés o la presión.  La ansiedad es un sentimiento que todos, en cualquier etapa o experiencia, llegamos a enfrentar. La ansiedad puede parecer un problema real, y a veces lo es. Pero aquí está lo significativo para recordar: la ansiedad existe para alertarnos sobre algo importante; podría estar diciéndonos que algo está mal o en peligro y producirnos cierta inseguridad. Podría estar alertándonos algo sobre nuestros cuerpos, nuestras relaciones, o sobre necesidades básicas como la alimentación y el sueño. La clave es que aprendamos a escuchar.

¿Qué podría Dios o la ansiedad estar tratando de decirnos?

Cuando la ansiedad toma el control, puede hacernos sentir inestables. Intentamos diferentes cosas para hacer que ese sentimiento de inestabilidad desaparezca. Estas se llaman “estrategias de afrontamiento”.

Algunas estrategias de afrontamiento pueden adormecer o entumecer nuestros sentimientos, como el alcohol, las drogas y las autolesiones, pero es obvio que causan aún más problemas.

             → Estrategias de afrontamiento

Todo lo que hacemos para intentar eliminar, reducir o tolerar el estrés. Con el tiempo, si ignoramos la ansiedad, puede causarnos otras luchas como la depresión. Pero la buena noticia es que podemos trabajar con la ansiedad de maneras más saludables que  implemente ignorarla o adormecerla. No hay que seguir por un camino peligroso. Existen estrategias de afrontamiento saludables que nos ayudan a salir de nuestra ansiedad y aprender a verla de manera diferente.

1. Tomar conciencia de la presencia de Dios.

Encuentra un lugar tranquilo, lejos de distracciones.

2. Tomar varios minutos para respirar, relajarte e invitar a Dios a estar presente contigo.

Repasa el día con gratitud. ¿Cuáles son las cosas buenas que han sucedido hoy? ¿Por cuáles  razones puedes estar agradecido?

3. Prestar atención a tus emociones.

¿Qué momentos a lo largo del día han sido difíciles o tensos? ¿Dónde está Dios trabajando  en medio de mis momentos de ansiedad? ¿Qué podría Dios o la ansiedad estar tratando de decirme?

4. Perdonar y pedir perdón.

¿Con quién estoy enojado o frustrado? ¿Hay cosas que pueda perdonar y dejar ir para tener  paz? ¿Por cuáles razones me gustaría ser perdonado?

5. Mirar hacia el mañana.

¿Cómo puede ser diferente el mañana? ¿En qué me gustaría pedirle a Dios que me ayude?

Analiza las palabras de Jesús en diferentes versiones bíblicas:

“Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar”. Mateo 11:28

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28/11/2020

 

¿Los celos una prueba de amor?

Están por todas partes: al lograr una buena nota en los exámenes, al ganar un campeonato deportivo, al recibir un premio especial, al tener una relación de noviazgo, al realizar un viaje a otro país, al recibir un ascenso en el trabajo, al terminar un proyecto de forma anticipada, al comenzar (¡y al terminar!) una carrera universitaria... ¡nadie parece estar libre de los celos! A veces hay personas que se pasan toda la vida controladas por los celos. Les molesta que los demás tengan cosas o relaciones que ellas no tienen. La envidia llena su mente y no pueden pensar otra cosa. También están quienes sufren celos por momentos, casi siempre con relación a otros seres queridos y el miedo a compartir o perder su afecto. ¡Y entonces se transforman en gente llena de miedos que todo el tiempo trata de retener a la persona para no perderla! ¿Pero se puede vivir así?

Los celos, al igual que otras emociones como el enojo y la tristeza, son parte normal de nuestra vida. Dios nos creó como personas que tienen sentimientos. Es natural, por ejemplo, que los niños no quieran compartir demasiado a sus padres y llamen su atención apenas noten alguna competencia. También es entendible que una pareja de novios tenga una cantidad saludable de celos que los ayude a cuidar su relación. El problema es cuando los celos se transforman en una obsesión, algo que nos controla tanto que no podemos pensar en otra cosa.

El primer paso para librarte de los celos negativos es aprender a confiar en Dios. Él te ama, te creó como una persona única. Entonces ¡deja de compararte con lo que los demás tienen o logran! ¡Deja el miedo a perder lo que él permitió que tuvieras!

También es importante que empieces a confiar en las personas que amas. Piensa por unos minutos: si alguien de verdad te ama, ¿dejará de hacerlo sin motivo alguno? Y si un novio o una novia te dejara por otra persona (algo obviamente triste), ¿Te quería realmente? ¿Era una persona confiable con quien casarte y formar una familia?

Que siempre estés libre de los celos y puedas disfrutar una vida llena de seguridad, confianza y amor.

Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. 1 Corintios 13: 4-6

05/12/2020

PREPARANDO UN LUGAR PARA JESÚS

Este tiempo de Navidad es un tiempo de preparación.

Nos preparamos para escuchar lo que Dios está diciendo.

Preparamos nuestros OÍDOS para escuchar el testimonio de los ángeles anunciando la buena  noticia que viene del cielo. (Lucas 2:10-11)

Preparamos nuestros OJOS para observar las señales que el cielo nos da. (Mateo 2:1-2)

Preparamos nuestros PIES para ir al encuentro con Dios hecho uno de nosotros. (Lucas 2:15)

Preparamos nuestras MANOS para llevar la ofrenda que solo Él es digno de recibir. (Mateo 2:11)

Preparamos nuestras VIDAS para recibir a Quien nos está buscando… para recibir a Dios que se acerca a nosotros. (Juan 1:12)

Mientras otras creencias son el mejor esfuerzo del hombre por alcanzar a Dios; el cristianismo es el mejor esfuerzo de Dios por acercarse a nosotros. Justamente, Navidad es Emanuel: Dios con nosotros.

Preparemos nuestras vidas, hagamos un lugar para Aquel que no tuvo lugar para nacer, y el único lugar que le dimos fue la cruz. Desde el principio Jesús no fue bienvenido; aun así, siguió adelante voluntariamente para ser Él mismo el que nos da la bienvenida a su reino.

Jesús ES nuestra ESPERANZA

La esperanza es una parte fundamental de la fe cristiana. Es un estado de anticipación y expectativa mientras se espera. Este estado es crucial para una experiencia humana saludable, y también lo es para la experiencia de la fe cristiana. Quien tiene fe sabe esperar.

 

1. La esperanza bíblica se basa en la PERSONA de Dios

La esperanza bíblica es muy diferente al “optimismo”. Aunque ser optimista es algo positivo  y una buena actitud con la que toda persona debería encarar la vida; el optimismo pone su mirada en las circunstancias, y espera que las cosas vayan a cambiar para bien. La frase con la que un optimista se sostiene es: “todo va a estar mejor”. Mientras que la esperanza bíblica es esperar en Dios… aunque las circunstancias no cambien o empeoren. La solución siempre está en Dios.

“Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza.” Salmo 119:114

 

2. Es una esperanza CONFIABLE

“Si nuestra esperanza en Cristo fuera únicamente para esta vida, seríamos los más desdichados  de todos los hombres”. 1 Corintios 15:19

Nuestra ESPERANZA en el Señor es una esperanza viva, esperanza que no avergüenza, no nos defrauda, no acabará en desilusión, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.

 

3. REBOSANDO de ESPERANZA

“Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo”. Romanos 15:13

Cuando estamos sufriendo es difícil ver el camino; difícil ver la salida; difícil encontrar una solución. Miramos alrededor o miramos hacia adentro de nosotros mismos, y reconocemos la oscuridad de la desesperanza, el orgullo y el miedo. Sin embargo, aun dentro de nuestras  pruebas, Dios siempre nos da un mensaje de esperanza. Nos llena de alegría y paz para poder vivir, aquí y ahora, rebosando de esperanza.

 

Quien tiene fe sabe esperar. Por un lado, sabe aguardar el tiempo que dure la espera, pero por sobre todo sabe en Quién esperar: Esperar en Dios. Sabe que Dios está actuando (aunque no entienda lo que está haciendo) que está actuando para nuestro bien… y que Dios siempre cumple todas sus promesas.

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12/12/2020

 

Preparando un lugar de paz

 

“¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra a todos los que gozan de su favor!”

Lucas

Estar en paz... Tener paz… Sentir paz… Buscar la paz... Seguir la Paz…

¿QUÉ ES PAZ?

La palabra paz es común en diferentes idiomas.

La gente hace “tratados de paz”; “tiempos de paz” que tienen que ver con la ausencia de conflictos. En la Biblia, la palabra paz significa más que la “ausencia de conflictos”, tiene que ver con “la presencia de algo mejor”.

Ver cómo estas palabras son utilizadas a lo largo del texto bíblico nos da la idea del significado bíblico de la paz. Ver video:

Dios nos ofrece una paz que sobrepasa todo entendimiento: PAZ CON UNO MISMO, PAZ

CON OTROS y PAZ CON DIOS.

 

1. ¿Cómo puedo tener paz con Dios?

La promesa de Dios de restaurar nuestra relación rota con Él ha sido anunciada con mucha anticipación. El pueblo de Dios esperaba expectante la llegada de este Mesías llamado “Príncipe de Paz” y cuya paz no tendría límites. (Isaías 9:5-6)

En esta Navidad recordemos que el cielo anunció el nacimiento de un niño en Belén que es nuestro Salvador. Aquel que hace posible estar en paz con Dios.

“¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra a todos los que gozan de su favor!” Lucas

“La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo.” Juan

“y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”

 

2. Jesús es nuestra paz

a. Paz con uno mismo.

La vida es compleja, tiene muchas partes, situaciones y relaciones. Cuando cualquiera de estas tiene una grieta, o falta, tu paz se destruye. La vida ya no está completa. Necesita ser restaurada.

b. Paz en nuestras relaciones.

Con otros (Proverbios 16:7) Reconciliar y sanar una relación rota. No solo dejar de pelear, sino trabajar juntos en pro del otro.

Con Dios. El pecado rompe nuestra relación con Dios, pero también rompe la relación con uno mismo, con los demás y con toda la creación.

En Jesús, Dios hizo la paz... restauró completamente esta relación. (Efesios 2:13-14)

3. ¿Qué espera Dios de nosotros?

“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Mateo 5:9

“Si es posible, y en cuanto dependa de nosotros, vivamos en paz con todos”. Romanos 12:18

“Debe apartarse del mal y hacer el bien, buscar la paz, y seguirla”. 1 Pedro 3:10-12

 

Lo que distingue a un cristiano no es su vestimenta, mucho menos un país, color, raza ni costumbres. Se reconoce a un hijo de Dios por ser un pacificador. Por llevar esta paz a todo lugar. Por buscarla y seguirla.

¿Es esta una característica en mi vida?

¿Soy de los que buscan la paz o de los que le echan más leña al fuego, aquellos que agitan los ánimos para avivar la discordia?

Llevemos esa PAZ.

19/12/2020

 

NAVIDAD... ¿TIEMPO DE ESTAR ALEGRES?

 

“No teman, que les traigo una buena noticia, que será para todo el pueblo motivo de mucha alegría”. Lucas 2:10

 

La Biblia nos dice que “en Su presencia hay plenitud de gozo” y “el gozo del Señor es nuestra fortaleza”. El gozo no es simplemente otra emoción, es un fruto del Espíritu y una de las mejores armas para pelear contra el desaliento, la depresión y la frustración.

El gozo recorre toda la Biblia. Alegría, felicidad, regocijo…

 

1. Una curiosidad para tener en cuenta

Alrededor de la Navidad se repite la palabra GOZO.... y todas las veces acompañada de la  frase: ¡NO TEMAS!

• Un nacimiento que llena de gozo (Lucas 1:14).

• Un anuncio que trae gran gozo. (Lucas. 2:10)

También, a lo largo de la Biblia, encontraremos la palabra gozo luego de palabras como prueba, debilidad, angustia, temor y sufrimiento.

 

2. Fuente de gozo

El gozo es parte fundamental de la fe cristiana. La parábola del sembrador nos dice que el que  oye la Palabra la recibe con gozo. Y al final de los tiempos el Señor dirá: Entra en el gozo de tu Señor.

Este gozo crece al encontrarse con Dios “en tu presencia hay plenitud de gozo”.

Hay un momento muy crítico en la vida del rey David. Su actitud y sus acciones fueron contrarias a la voluntad de Dios; y sabe que perdió el gozo en su vida. Cuando puede tomar conciencia de su situación personal, clama a Dios:

“¡Devuélveme el gozo de tu salvación ¡Dame un espíritu dispuesto a obedecerte!”  Salmos 51:12)

 

3. Gozo “en” los procesos

“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando estén pasando por diversas pruebas.

Bien saben que, cuando su fe es puesta a prueba, produce paciencia. Pero procuren que la paciencia complete su obra, para que sean perfectos y cabales, sin que les falte nada.” Abandonar los procesos de Dios en nuestras vidas es la tendencia humana.

Es como abrir la puerta del horno antes de tiempo... arruinamos el pastel.

Fíjate que el gozo no es la meta. La meta es una fe madura.

 

A lo largo de la vida experimentamos miedo, dolor, sufrimiento; de ninguna manera esto es  causa de gozo, sino que EL GOZO DE DIOS ES TENER LA PLENA SEGURIDAD DE QUE DIOS ESTÁ EN CONTROL DE TODO y actuando a nuestro favor; para nuestro bien y para Su gloria.

La alegría no es ausencia del miedo. La alegría es recordar que Jesús nació. Y Él, solo

Él, puede transformar nuestro llanto en gozo, nuestra tristeza en baile.

Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo. Romanos 15.13

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