PERTENECER…

La vida cristiana no es algo para vivirse a solas así que hoy es un buen día para que reflexionemos en la necesidad que tenemos todos de ser parte de una comunidad, de un grupo. Se trata de nues­tra necesidad de compañeros de equipo para animarnos y soste­nernos en la fe. Ahora llegó tu hora de entender que la Iglesia no es un lugar, sino una comunidad, una familia.

Todos necesitamos un hogar a dónde pertenecer, a dónde compartir con otros nuestra fe, donde ser cuidados, guiados, enseñados, defendidos. A dónde sentirse amados y amar como en una familia y es que eso somos para Dios. La Biblia insiste con este tema porque congregarnos se trata de compartir vida y de nunca estar solos porque ¿notaste que muchos cristianos se llaman «hermanos»? Es por esta razón. Ahora somos familia.

Una comunidad sana te da la libertad de ser quien sos. De hacer preguntas. De no tener que fingir nada. De equivocarte y que te traten con misericordia porque en una comunidad sana reina el amor.

LA BIBLIA… LA CARTA DE DIOS.

Que importante es que comiences a leer la Biblia. Será tu guía. Un mapa. Y sobre todo una carta que Dios dejó a para vos. Es genial comenzar a leerla solos, eso es indispensa­ble pero en algún momento tendrás preguntas, llegarán algunas dudas y es ahí donde te darás cuenta de la necesidad de tener un lugar donde te enseñen sobre esta maravillosa carta.

Después de todo, fuimos creados para formar parte de una familia. La necesitamos. Una completa y mejor, tal vez, que la de sangre que tenes. Y puede ser nuestra nueva familia de fe. La necesitamos a pesar de sus errores y te aviso que vas a encontrarlos. ¡Seguro! Por­que lo que nos tiene en esta familia no es que somos perfectos sino que encontramos el amor perfecto de un padre perfecto. Y no solamente ser parte para consumir la ayuda de otros sino para descubrir que vos tam­bién podes ser la repuesta a las oraciones de otras personas, podes ser ayuda, hacer sentir bien a los demás, aceptarlos y amarlos, tal vez solo en la familia de la fe muchas personas encuentren finalmente un grupo que los acepta y los ama realmente, porque ese amor viene de quien ES AMOR… DIOS.