No tengas miedo, solamente cree
- enfocadosadolescen
- 11 ago 2021
- 2 Min. de lectura
Podes buscar en la Biblia la historia completa de lo que habla nuestro blog hoy, en Lucas 8: 40-56.
En este relato conocemos a Jairo, era uno de los responsables de la sinagoga local (diríamos nosotros Iglesia), este hombre tenía una hija de 12 años que estaba agonizando, razón por la cual él se había acercado hasta Jesús para que Él la sane. Postrándose a los pies de Jesús, le expuso su necesidad. Esta actitud mostraba humildad, respeto y podemos deducir que aquel hombre tenía una clara confianza en Jesús, creía en Él.
Jesús decidió ir con Jairo a su casa, pero imagínate ese momento, con toda la multitud que lo empujaba y apretaban por todos lados (precisamente en esta situación se produjo el incidente de la mujer que fue curada de hemorragias).
Vos podes leer esto en tan sólo un minuto, pero hay que tener en cuenta que aquello debió durar un bueeeen rato, y para Jairo toda una eternidad.
La situación era urgente y era necesario que Jesús, cuanto antes, pudiera estar en la casa para intentar salvar a la niña. Podemos imaginar la impaciencia, nerviosismo y ansiedad de Jairo ante aquella inesperada interrupción.
Pero nuestro protagonista aún tenía que recibir una segunda decepción. Algunas personas vinieron desde su casa para comunicarle que la niña había muerto y que no tenía ningún sentido continuar molestando a Jesús. ¿Te imaginas el tremendo golpe que esto tuvo que significar para él? Jesús, atento a la situación, le confortó y le dijo: “No tengas miedo, ten confianza y cree en mí”.
Llegan a la casa, y se encuentran con un panorama desolador: la gente estaba llorando y gritando, ¡que fuerte esa escena!. Leemos también que Jesús, sorprendido ante todo aquello afirmó: ¿Por qué se alborotan y lloran de esa manera? La niña no está muerta, sino dormida.
¿Qué pasaría por la cabeza de Jairo en aquellos momentos? ¿Qué pasaría por tu cabeza en una situación así?
Para nosotros: La fe de Jairo fue una fe que tuvo que:
Luchar contra obstáculos.
Enfrentarse con la pura y dura realidad.
Confrontada por el realismo de las personas que le rodeaban.
Esto puede sucedernos también a nosotros, nuestra fe puede encontrarse con obstáculos gigantes que la impidan crecer y florecer. Y frente a esta realidad de aquellos que nos rodean, o de las circunstancias que atravesemos, lo único que nos queda son las palabras de Jesús: «No tengas miedo. Cree solamente».
¿Hay obstáculos contra los que tiene que luchar tu fe? ¿Cuáles son? ¿Qué te dice la realidad al respecto? ¿Cuál es la opinión de los que te rodean?
Recordá las sabias y espectaculares palabras de Jesús, «tú no tengas miedo, cree solamente»

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