LA CARRERA

Imagina una carrera, hay muchos tipos de carreras, carreras que implican velocidad en hacer alguna actividad, carreras que implican velocidad al correr, andar en bici, carreras de obstáculos, en fin, hay muchísimos tipo de carreras. ¿Qué crees vos que se necesita para ganar una carrera?

Podríamos decir que mi vida, tú vida es como una carrera, corremos una maratón llena de obstáculos, a veces vamos como ganando y a veces parece que vamos últimos, pero lo importante es llegar, pero ¿Llegar a dónde? ¿Hacia dónde se dirige la carrera de tu vida? ¿Qué premio esperas alcanzar? ¿O solo corres por correr, sin ir muy bien a ningún lado?

Quiero hablarte un poco acerca de a donde debería llevarte la carrera de tu vida.

Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios. Hebreos 12. 1-2

En la Biblia dice que ne­cesitamos “despojarnos” (desprender o renunciar) de todo el peso que pueda limitarnos el crecimiento al hacernos caminar con cargas innecesarias que nos roben la ligereza para correr esta carrera.

Esas cargas pueden venir de mentiras de la sociedad de con­sumo, de tus errores pasados, de gente que te recuerde tu manera anterior de vivir o incluso de las imperfecciones que tenemos otros cristianos.

¿Qué hacer entonces? Fijar la mirada en Jesús y no dejar que nada ni nadie te detenga.

En la Biblia nuevamente se nos habla de “correr en la carrera de la fe” y para participar en ella de manera efectiva hay que liberarse de las cosas que pesan. En la carta a los hebreos capítulo doce, verso uno, dice: “...liberémonos de todo peso y del pecado que nos bloquea, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”.

La preparación hace referencia a estar en Cristo, liberarse de lo que no sirve, ser obedientes y leer la Palabra de Dios; estar firmes significa permanecer a pesar de los obstáculos y dificultades y manejar el ritmo lo podemos comparar con tener claro el propósito de Dios para la vida.

Por lo tanto, es clave que te deshagas de toda carga que te impide avanzar.

Cosas como la falta de perdón, los sentimientos de culpa por el daño causado en el pasado, las palabras acusadoras que se escuchan y que están en la mente como aguijones punzantes; la avaricia, el orgullo, el temor por el futuro; las cargas emocionales tales como la ira, los celos; también es una carga la preocupación por lo que pasa, por el dinero y muchas otras cargas. Es hora de que toda carga inútil para correr la carrera de la fe en tu vida sea removida. Decide descargar de tu vida todo peso que te bloquea, todo pecado que te condena y te ata.

Pídele con toda tu fe al Señor que te libere de lo que no puedes eliminar, Él te ama y tiene el poder para ayudarte a cambiar lo que necesites cambiar y eliminar lo que no te sirve.

Al hacerlo veras que sí vale la pena correr bien la carrera de la vida en fe con el Señor de tu lado.

¡Renuncia a las cosas que no sirven en tu vida!

Busca la guía y dirección de Dios, él tiene un camino trazado para tu vida, solo tienes que descubrirlo en él y así, que cada día descubras un poco más de la gracia de Dios.