top of page
Buscar

Juzgando ando

  • Foto del escritor: enfocadosadolescen
    enfocadosadolescen
  • 1 sept 2021
  • 3 Min. de lectura

A continuación, te mostramos un objeto y deberás decir qué es y para qué sirve (no se vale leer la respuesta tan rápido, a pensar un toque)


Podríamos pensar al inicio que es para picar hielo o que sea una llave. Sí, es una llave, pero ¿llave de qué? para ajustar alguna tuerca, el auto, etc.? Nou, negativo base. Es un afinador de piano.

Podemos decir que “solo la persona que lo usó alguna vez o que lo conoce realmente sabe de qué objeto se trata”.


Cuantas veces nos pasó algo parecido, con objetos o incluso con personas, pensábamos que era una cosa, que eran de una forma, pero después nos dimos cuenta que nada que ver, que no los conocíamos en verdad, que prejuzgamos sin antes conocer, y eso hacemos todo el tiempo, frases como “aaah este seguro es terrible chanta” “Esta es re fresca, seguro es más rápida” “Este pibe seguro es un falso” “que mal me cae esta chica o este chico” (y ni lo conocemos) “este siempre con la misma ropa, no tiene otra cosa para ponerse” (y ni idea cuáles son sus problemas).



En la Biblia encontramos muchos relatos de personas que se encontraron con Jesús, para conocer el encuentro de hoy te invito a buscar en tu Biblia y leer Mateo 26: 57-67, este grupo ya tenía una idea armada sobre Jesús e incluso ya habían dictado la sentencia de muerte sin ni siquiera haberlo visto o hablado con él al menos una vez.


¿Quiénes eran estos del Sanedrín?. Eran Los que decidían ciertas cuestiones (una junta suprema). Podían ordenar arrestos que eran llevados a cabo por sus propios oficiales; podían dictar y ejecutar sus sentencias y, únicamente en los casos de sentencia de muerte, esta debía ser ratificada por el gobernador romano de turno.


Una vez arrestado, Jesús fue llevado ante este consejo su­premo. Muchos autores consideran que el juicio al que Jesús fue sometido era totalmente ilegal, ya que fue hecho de noche, de forma sorpresa y lejos de la vista de las multitudes.

El Sanedrín ya había juzgado y condenado a Jesús mucho antes de verlo, mucho menos de escucharlo.


Ellos no estaban en absoluto interesados en saber quién era Jesús, únicamente deseaban encontrar la manera de justificar sus propios prejuicios.


Muchas personas se acercan a Jesús cargadas con sus pre­juicios (un prejuicio es una opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal.)


Puede que nosotros nos acerquemos a la Palabra de Dios sin tener un auténtico interés en lo que ella pueda o quiera decirnos. Hay ocasiones en las que ya tomamos una decisión sobre lo que queremos hacer en nuestras vidas y, no estamos interesados en la opinión que Dios pueda tener al respecto. Así que, tratamos de encontrar en la Biblia justificación para nues­tros pensamientos o simplemente pasamos de escuchar la voz de Dios para poder hacer aquello que esos pensamientos y deseos nos impulsan a hacer.


A veces, incluso, nos alcanza con conocer a algunos “cristianos” que nos defraudan o que sus vidas no son de “ejemplo” para que decidamos que “son todos unos hipócritas mentirosos” y que “para ser como ellos yo no necesito ir entonces a la Iglesia.”


Esto te dejo para pensar: ¿Hay prejuicios en tu vida? ¿Cómo te acercas a Jesús? ¿Buscando confirmación para tus ideas o con apertura a escu­char su voz, incluso cuando ésta es contraria a lo que pensás o a tus intereses? ¿Cómo podemos ayudar a superar los prejuicios que mucha gente tiene con respecto a Jesús? ¿Y si, ‘’esa gente’’ somos vos y yo?







 
 
 

Comments


bottom of page