¿DIOS ME VALORA?

Este mes vamos a hablar sobre la autoestima, algo que para nosotros, los adolescentes, es bastante familiar.

Para empezar, quiero que veamos la etimología de la palabra y su significado:

AUTOESTIMA: aprecio o consideración que uno se tiene de sí mismo. (Es una palabra compuesta)

AUTO: del griego “autos” (por sí mismo)

ESTIMA: del verbo “estimar” del latín “aestimare” (evaluar, valorar)

Como ya vimos, la autoestima, es el valor que nos damos a nosotros mismos, pero muchas veces esa valoración personal, es afectada por personas a nuestro alrededor, que con palabras, chistes o acciones nos hacen sentir avergonzados, inseguros, inútiles y tantas cosas más que hacen que nos desvaloricemos y no nos veamos como Dios nos ve.

En Isaías 43:4a Jesús nos dice:

“Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé…”

Y en Salmos 139:14 David dice:

“Soy una creación maravillosa, y por eso te doy gracias. Todo lo que haces es maravilloso. ¡De eso estoy bien seguro!”

Para Dios somos de gran estima, él nos hizo a cada uno, una creación maravillosa, especial y única.

Sin embargo, los adolescentes vivimos comparándonos y criticando a los demás, (generalmente por cómo se ven), y queriendo o no terminamos lastimando a alguien. Por eso tenemos que cuidar qué decimos y cómo lo decimos, debemos moderar nuestras palabras y no hablar antes de tiempo (lo que a nosotros puede resultarnos bastante difícil), porque aunque la autoestima es el valor personal que nos damos, con nuestros comentarios innecesarios podemos hacer que alguien no se vea como Dios lo ve.

Quiero que te quedes con esto y lo vayas poniendo en práctica:

- No te compares

- No critiques

- Cuida tus palabras

- No hables de más, ni antes de tiempo

- No te dejes llevar por lo que digan de vos

- Mírate como Dios te ve, una persona especial, única y maravillosa

¡Dios te ama!