Ayuda 911 ¿Qué andas necesitando?

Te invito a que primero busques en tu Biblia Mateo 4:23-25 y lo leas.

Parece ser que la fama de Jesús se había extendido por todas las regiones cercanas a Galilea y, todo tipo de personas que sufrían diferentes enfermeda­des salieron al encuentro del Maestro para que éste las sanara.Sin duda, la noticia se extendió por toda la región, y los habitantes de las zonas vecinas, que eran de población que no conocían ni creían en Jesús, trajeron a Él personas que sufrían todo tipo de enfermedades. Y Él curó a todos ellos.

Es importante notar que Jesús no solamente predicaba, sino que también sanaba. Él se interesaba por TODAS las necesidades de las personas con las que se encontraba.

Y vos, ¿Qué andas necesitando?

Jesús que te ve de forma integral, todo en vos le preocupa y le interesa.

Como en la vida de aquellas personas que sufrían necesidad, Jesús quiere satisfacer nuestras necesidades de una forma integral y completa. Él está preocupado por nuestra dimensión espiritual, pero también lo está por nuestras relaciones, nuestras emociones, y nuestras necesidades físicas. Jesús quiere que nos acerquemos a Él como somos y con aquello que nece­sitamos. La promesa es que seremos asistidos acorde a nuestra necesidad, lo que no necesariamente significa que lo seremos acorde a nuestros deseos.

Peeeero, Jesús no es un numero de atención al cliente, al que llamamos solo cuando necesitamos algo, él nos conoce, y sabe qué es lo que necesitamos más, y muchas veces lo que más necesitamos es conocerlo a Él, y puede que enseguida no se solucione mágicamente tu problema, pero el acercarte a Jesús te dará ese plus que solo los cristianos tenemos, esa confianza, esa mirada positiva que, aunque nuestra situación sea realmente mala, podamos, con la mirada y la esperanza puestas en Jesús esperar a que Él se ocupe de todo.

Y también este pasaje nos habla de algo que nos hace pensar; nos cuenta de aquellos que llevaron hasta Jesús a los enfermos, a los lisiados, a los epilépticos y a los endemoniados. Nos menciona a personas que tuvieron el suficiente interés y preocupación por aquellos que, de­bido a su incapacidad no podían tener un encuentro con Jesús. Esto nos hace pensar en todos aquellos a nuestro alrededor que necesitan de esta oportunidad transformadora y que sólo podrán tenerla si no­sotros, les ayudamos a acercarse a Jesús.

¿Qué personas hay a tu alrededor que necesitan acercarse a Jesús, pero no tienen quién les lleve o les hable?

¿Qué podes hacer vos por ellos?