“A donde el corazón se inclina, el pie camina”

Seguramente alguna vez, con tus amigos, hermanos, familia, etc. Jugaron a atarse un globo al tobillo y cuidar que no lo revienten, (si no lo hiciste te invito a que lo hagas), el juego consiste en reventar el globo de los demás pero sin que el tuyo se reviente, y si se revienta el globo, ese participante sale del juego hasta que quede uno sólo con su globo intacto.

A partir de este sencillo y muy divertido juego, podemos decir que el globo representa nuestro corazón que debemos cuidar. No se trata sólo de cuidarlo sino de cuidarlo por “sobre todas las cosas” MÁS QUE A NADA. Jesús quiere que le entreguemos a él nuestro corazón, justamente porque él es el único que lo va a cuidar y valorar como nadie más lo hizo, como en el juego muchas veces las personas están ahí listas para reventar nuestro globo (corazón) y romperlo en mil pedazos, tal vez con el tuyo ya lo hicieron… hoy Jesús quiere ayudarte a sanar ese corazón roto y cuidarlo para siempre.

Dios nos está pidiendo lo más importante que le podemos dar, el corazón. ¿Por qué? Porque alguien que ama con su vida desea lo mejor para aquellos a los que ama.

Ahora, reflexionemos sobre tu corazón.

¿Te pasó alguna vez que le entregaste tu corazón a alguien que no lo valoró p lo protegió bien? ¿Alguna vez te rechazaron? ¿Alguna vez hiciste algo que sentías muchas ganas de hacerlo, pero luego te arrepentiste?

Tal vez pusiste tu corazón en manos de personas que lo dejaron peor y que no supieron cómo tratarlo, ni tampoco supieron valorarlo, y esa experiencia te hizo o hace decir “no le daré mi corazón a nadie más” y después lees esto de que Dios pide tu corazón y esto se convierte en algo complicado de hacer para vos. Entregarle tu corazón a alguien después de malas experiencias, no es fácil, pero tenemos que confiar en Dios y dejar nuestro corazón en sus manos.

Jesús sabrá tratar tu corazón, sobre todo si viene dolido y traicionado.

Jesús es experto en sanar nuestro corazón. Es experto en limpiarlo y el gran especialista para dejar nuestro corazón como nuevo. Así que no lo dudes, hacé lo que te pide y dale tu corazón. De ahora en más, continuamente.

¡A Jesús le interesa tu corazón más de lo que te imaginas!

Entregar nuestro corazón a Dios totalmente es una acción indispensable para que nuestras vidas experimenten los cambios que necesitamos. Esta frase corta dice tanto: “Dame hijo mío tu corazón”.

NO PONGAS EN MANOS DE INEXPERTOS TU CORAZÓN, YO SE COMO TRATARLO, YO SÉ LO QUE NECESITA, YO SÉ LO QUE LE HACE FELIZ.

Sin duda él te está pidiendo tu corazón para resolver todos esos conflictos que te hicieron detenerte en algún momento.

SUS CAMINOS:

Hay una segunda frase en el versículo que dice: “NO PIERDAS DE VISTA MIS CAMINOS”.

Cuando Dios te pide que no pierdas de vista sus caminos, te está diciendo: lo mejor para tu vida te espera y está adelante. Los caminos de Dios jamás serán de perdición, sino al contrario son caminos de salvación.

Por eso es tan importante enfocarte en el nuevo camino al que le dimos al incio, y que prestes atención porque de pronto vendrán algunos distractores para que desvíes la mirada de Jesús y te distraigas de esta relación y aventura de vida que comenzaste.

Cuida tu corazón y no dejes que nadie lo contamine, no permitas que nadie venga a echar su basura o desánimo. No permitas que tu corazón se intoxique de aquellas cosas de las que un día ya fuiste libre. Trabajaremos todos los días por tener el corazón de Jesús y seguir sus caminos.